Jennifer Lopez y Ben Affleck han iniciado el proceso de divorcio después de casarse en 2022, y aunque inicialmente parecía que su separación sería amistosa, podrían surgir conflictos significativos. Lopez presentó los documentos de divorcio el 20 de agosto, alegando “diferencias irreconciliables”. La falta de un acuerdo prenupcial podría complicar el proceso, especialmente debido a los desacuerdos sobre sus finanzas.
En California, solo los ingresos y activos obtenidos durante el matrimonio se consideran propiedad comunitaria y deben ser divididos. Entre estos activos se incluye una mansión en Beverly Hills, que la pareja puso a la venta por 68 millones de dólares en julio, así como los ingresos generados por sus proyectos y patrocinios. Estos elementos serán parte de la división de bienes en el proceso de divorcio.
Según fuentes cercanas, las diferencias en sus personalidades contribuyeron a la ruptura. Lopez es descrita como más sociable y pública, mientras que Affleck tiende a ser más introvertido y disfruta de la vida en casa. La rapidez con la que avanzó su relación también jugó un papel en su desintegración, ya que ambos estaban profundamente enamorados pero enfrentaron dificultades para adaptarse a sus diferentes estilos de vida.
Además, se menciona que el mal temperamento de Affleck pudo haber influido en la separación. Amigos de Lopez indican que el mal humor del actor afectaba negativamente a quienes lo rodeaban, lo que podría haber contribuido a la tensión en la relación. A pesar de los esfuerzos de ambos por salvar su matrimonio, no lograron superar estas dificultades.