Su elección para la ocasión fue un vestido azul marino de corte exclusivo, una prenda que, lejos de pasar desapercibida, se convirtió en un foco de atención.
El vestido, con espalda descubierta, un escote discreto y estratégicos recortes en los costados de la cintura, acentuó la figura de Fernanda de manera elegante y sofisticada. No solo la elección del vestido fue impecable, también su maquillaje. Un rostro de porcelana, labial nude, párpados ahumados, blush bronceado y pestañas con extensiones, resaltaron su belleza natural, creando un efecto de armonía y sofisticación.
Su cabello rubio platinado, peinado con mechones ondulados en los costados de la frente, completó un look radiante que realzaba su belleza sin restarle protagonismo al atuendo. Fernanda no solo estuvo presente para apoyar a su esposo, también llevó consigo a su hija, convirtiendo ambas en un símbolo de fortaleza y apoyo incondicional para el boxeador.
La pequeña lució un look de la marca Dolce & Gabbana, la misma que patrocina al Canelo y con la que Fernanda colabora para lanzar su propia línea de ropa y accesorios. Fernanda, con su elegancia y estilo único, se ha convertido en un referente de la moda mexicana, inspirando a muchas mujeres a través de su buen gusto y su pasión por la belleza.