En su nuevo libro, Roberts admite que "fue una estupidez haber dicho eso", reconociendo que "la novia de América y su hija se ganaron su lugar en Hollywood gracias a su esfuerzo y talento".
La relación de Roberts con su familia ha estado marcada por la complejidad. Creció lejos de su madre y sus hermanas, Lisa y Julia, debido al divorcio de sus padres y la relación complicada con su padre. A los 17 años, se mudó a Nueva York para dedicarse a la actuación, y su carrera despegó rápidamente. Se convirtió en una de las estrellas más populares de la época, ganó una nominación al Oscar por "Runaway Train" y tuvo un romance con la actriz Sandy Dennis. Sin embargo, su vida personal se vio afectada por las adicciones.
En su libro, Roberts confiesa: "La mayor consecuencia de mi consumo de drogas fue perder a Emma", refiriéndose a su hija, también actriz. Habla abiertamente de su adicción y cómo esto le alejó de su familia, incluyendo a su hija Emma. "No me sorprendería que sufrieran de trastorno de estrés postraumático por el hecho de que era peligroso estar cerca de mí. Lisa y Julia necesitaban amor y protección, pero, en cambio, recibieron miedo e incertidumbre", admite Roberts sobre sus hermanas.
Roberts reconoce que su pasado lo ha marcado, pero busca la redención personal. "Me imagino que seguiré siendo el hermano de Julia y el padre de Emma Roberts durante el resto de mi vida. Me gustaría hacer honor a esa promesa, hacerme a un lado con orgullo y gracia. Esa es una de las razones por las que escribí el libro", declara. Roberts está casado con la actriz y directora de casting Eliza Roberts desde 1992, quien lo ha ayudado a superar sus adicciones.