A mediados de septiembre, el actor Sebastián Rulli y su pareja, Angelique Boyer, se unieron a la familia para despedir al hijo de Rulli, quien emprendía una nueva etapa académica en otra ciudad.
Este momento, cargado de emociones, no estuvo exento de especulaciones. Rumores de celos y tensiones comenzaron a circular en torno a la relación entre Boyer y la expareja de Rulli, Cecilia Galliano, madre del joven que se marchaba.
Sin embargo, en una entrevista para el programa "De Primera Mano", Boyer desmintió tajantemente cualquier rumor de conflicto. "Yo estoy tranquila. Quiero que todo marche bien para ellos", declaró la actriz, con una serenidad que refleja una actitud madura y abierta ante la situación.
"Yo estoy tranquila. Quiero que todo marche bien para ellos", expresó Boyer en la entrevista.
Su tranquilidad y su deseo de que todo marche bien entre Rulli y Galliano demuestran que ha comprendido la complejidad de la situación familiar y que busca la armonía por encima de cualquier otra cosa. La madurez emocional de Boyer se convierte en un faro de luz en medio de la tormenta de especulaciones, demostrando que la familia puede encontrar su camino incluso en medio de los cambios y los desafíos.