Nacida en 1944, su vida es una mezcla de experiencias que la han llevado de abogada defensora a musa del diseño. Su estilo audaz y su visión artística la han convertido en un referente de la moda contemporánea.
Desde pequeña, Michèle Lamy estuvo rodeada de creatividad, gracias a su abuelo, quien diseñaba accesorios para el modisto Paul Poiret. Esta conexión familiar la marcó, pero su camino no fue tradicional. Durante las décadas de los 60 y 70, se dedicó a la abogacía y estudió con el filósofo Gilles Deleuze, lo que le brindó una profunda comprensión del pensamiento crítico y la estética.
En 1979, Lamy cruzó el Atlántico y se estableció en Estados Unidos. Su vida en Nueva York fube intensa, desde su carrera como bailarina de cabaret hasta su faceta como empresaria en Los Ángeles. Junto a su primer esposo, el cineasta Richard Newton, fundó dos locales icónicos: Café des Artistes y Les Deux Cafés. Con sus dedos tatuados y dientes dorados, se convirtió en una figura emblemática de la vida nocturna de Los Ángeles en los años 90.
Su carrera en la moda tomó un nuevo rumbo cuando creó su propia línea de ropa, 'Lamy'. Fue allí donde conoció a Rick Owens, quien se convirtió en su socio profesional y su compañero de vida. Juntos, construyeron una marca que se distingue por su estética oscura y dramática, un estilo que Lamy ha influenciado notablemente.
En 2003, la pareja se mudó a París, donde consolidaron su vínculo y su trabajo creativo. Lamy es conocida por su estilo audaz, una mezcla de influencias punk, arte contemporáneo y moda de autor. Sus atuendos suelen incluir piezas de alta costura y una paleta de colores predominantemente oscura. Además, no escatima en accesorios llamativos: joyas de gran tamaño, zapatos únicos, que complementan su personalidad excéntrica y vanguardista.
Lamy ha expandido su influencia más allá de la moda. Produce muebles bajo el nombre de Rick Owens, colabora en el diseño de joyas e incluso hace música con su banda, LAVASCAR. Su versatilidad artística la ha llevado a aparecer en videos musicales de artistas como FKA Twigs y Black Asteroid, mostrando su conexión con el mundo del entretenimiento y la música.
En 2010, posó para una sesión de fotos icónica en Vogue París, y en 2013, apareció en Forbes junto a su hija, la artista Scarlett Rouge. Su capacidad para capturar la atención del público y los medios de comunicación es un testimonio de su carisma y singularidad.
Un hito notable en su trayectoria fue la apertura de su propio gimnasio de boxeo en Selfridges, Londres, en 2018. Este espacio no solo refleja su amor por el deporte, sino que también es un ejemplo de cómo Lamy fusiona su vida creativa con sus pasiones personales, creando un ambiente que desafía las normas tradicionales.
Lamy es una figura multifacética cuya influencia en la moda y la cultura contemporánea es innegable. Su vida, marcada por la creatividad, la resiliencia y la autenticidad, continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas y diseñadores a abrazar su individualidad y a desafiar las convenciones.