Jeremy Strong, el aclamado actor que encarnó a Kendall Roy en la exitosa serie de HBO, Succession, recientemente reveló que su experiencia en la serie no siempre fue placentera.
En una entrevista para The Times of London, Strong admitió que interpretar al problemático hijo de Logan Roy, el patriarca de un imperio mediático, le dejó una huella profunda. "Fue una experiencia que me marcó profundamente", dijo Strong. "No es algo que quiera volver a hacer". Aunque reconoce que Succession fue una "oportunidad invaluable" y que el guion era "un festín", Strong también reveló que "la lucha de Kendall fue difícil de llevar durante siete años". "Hay mucho más que quiero hacer", agregó.
La intensidad con la que Strong se entrega a sus papeles no es un secreto. Después de la conclusión de Succession, el actor confesó en una entrevista para Vanity Fair que la serie representaba el declive gradual de la humanidad de Kendall. "Para mí, no necesariamente para Jesse [Armstrong, creador de la serie] o para nadie más, este programa podría haberse llamado La Muerte de Kendall Roy". Strong explicó que "la muerte lenta e inexorable de Kendall Roy, a lo largo de cuatro temporadas, refleja, de alguna manera, la muerte de un sistema y un país". "Vemos la extinción de la luz en esta persona. Y, al mismo tiempo, vemos el colapso y la extinción de una luz en el capitalismo tardío, y en este país en este momento".
La inmersión de Strong en el papel de Kendall no se limitó a la pantalla. "Kendall se volvió muy real para mí", dijo el actor a Vanity Fair. "Es, en cierto modo, indistinguible de mí mismo. Esto, para mí, fue algo de vida o muerte. Y lo tomé tan en serio como tomo mi propia vida".
Después de su papel en Succession, Strong ha buscado nuevas oportunidades para explorar su talento. Ganó un premio Tony por su actuación en la obra de Broadway An Enemy of the People, e interpretó a Roy Cohn, el fallecido asesor político de Donald Trump, en The Apprentice. En la premiere de la película en Nueva York, Strong dijo que disfrutaba mucho la posibilidad de interpretar a un personaje tan complejo como Cohn: "El legado de Roy es un legado de desvergüenza, mendacidad, mentiras, disimulo, brutalidad y la victoria como la única medida moral". "Pero también, tenía una habitación llena de figuras de ranas rellenas y un letrero de Mickey Mouse en su puerta que decía 'Roy'. Tenía una especie de inocencia y encanto ingenuos al mismo tiempo que era una persona letal, brutal, despiadada, salvaje e implacable. Nunca había visto esa polaridad en una persona antes".