¿Cómo hacen para separar el amor de la profesión? ¿Y qué pasa cuando llega la familia? Mayrín Villanueva y Eduardo Santamarina, una de las parejas más sólidas del medio, nos dan una cálida lección de cómo manejar ambos roles con naturalidad.
La pareja ha confirmado que regresará a trabajar juntos en la telenovela "Juegos de amor y poder", producida por Carlos Bardasano. La noticia ha generado gran expectación, ya que los actores no compartían créditos desde hace tiempo. El proyecto arrancará grabaciones pronto y se espera que salga al aire en el primer trimestre del 2025.
"Yo voy a ser la más feliz, la más amorosa y que me los dejen todo el tiempo que quieran. Yo me voy a volver loca", dijo Mayrín sobre la posibilidad de convertirse en abuela. La actriz reconoce que, aunque por el momento solo disfrutan de nietos perrunos y gatunos, la idea de tener nietos de carne y hueso les llena de ilusión.
Eduardo, por su parte, ve con naturalidad la llegada de los nietos. "Los abuelos somos consentidores, los padres que los eduquen, esa chamba no nos va a tocar a nosotros", comentó con humor.
El actor se muestra orgulloso de la carrera de su esposa, y trabajar nuevamente a su lado le llena de satisfacción. "Una gran bendición para nuestros hijos también vernos a mamá y papá en un proyecto juntos en donde desde tempranito salimos juntos y regresamos en la noche", añadió.
La pareja ha aprendido a mantener una separación clara entre su vida personal y profesional. "Ya cuando estamos en el set o en un foro, ahí es mi compañera de trabajo, se me olvida que es mi esposa y así debe de ser", explicó Eduardo. Y aunque reconocen que hay aspectos que no soportan el uno del otro, "Jamás hay que irse molestos a la cama, nos lo dicen mucho, hay veces que lo logramos, en otras no, pero siempre las reconciliaciones son muy sabrosas (las reconciliaciones)" , bromeó Mayrín.
El futuro se ve prometedor para la pareja, tanto en lo personal como en lo profesional. Y aunque no revelaron detalles de su regreso a la pantalla, es claro que la química entre ambos sigue intacta y la complicidad se respira en cada palabra.