Se trata de un thriller con toques de ciencia ficción que explora las consecuencias del deseo de eterna juventud. La trama sigue a Elisabeth Sparkle (Demi Moore), una actriz que es despedida por un cruel ejecutivo (Dennis Quaid) al cumplir 50 años. En medio de su crisis, descubre un medicamento clandestino que promete convertir a la persona en una versión más joven y bella de sí misma.
Pero el precio a pagar por esta "perfección" es alto. La película presenta escenas explícitas y perturbadoras, incluyendo una escena donde se muestra a un personaje vomitar sangre y otras imágenes violentas que han dejado impactados a algunos espectadores.
De hecho, varios asistentes a las proyecciones en Londres y Estados Unidos han abandonado la sala antes de finalizar la película, calificándola como "brutal" y "la película más gráfica que jamás hayan visto".
La crítica ha recibido la película con reacciones encontradas. Algunos han alabado la valentía de Moore al exponer su cuerpo y la crítica social de la película, mientras que otros la consideran excesivamente grotesca y superficial.
"The Substance" ha generado un debate sobre los límites del cine y la representación de la violencia. ¿Es necesario utilizar imágenes tan explícitas para hacer una crítica social? ¿Se justifica la violencia en nombre del arte?
La película ha sido elogiada por su crítica mordaz a la industria del cine y la presión social que las mujeres sufren para cumplir con estándares de belleza inalcanzables. Sin embargo, su alto contenido gráfico ha generado un debate sobre la responsabilidad del cine para con el público.