Pero, ¿qué sucede cuando un artista conocido por su estilo de vida extravagante y sus controvertidas ideas llega al vecindario?
Kanye West, el famoso rapero, ha adquirido una mansión de $35 millones de dólares en North Beverly Park, un área residencial con normas estrictas y donde la discreción es la regla de oro. Su intención no es solo disfrutar de una nueva casa, sino de convertirla en la base de su proyecto urbano, DROAM.
Este proyecto, descrito por West en redes sociales como una ciudad autosuficiente y sostenible, ha sembrado la inquietud entre los vecinos. Para ellos, DROAM representa una amenaza a su estilo de vida tranquilo y a la atmósfera de paz que caracteriza al vecindario.
"Delirante" es la palabra que algunos residentes han utilizado para calificar la idea de West. La infraestructura y las normas de North Beverly Park son extremadamente rigurosas, por lo que convertir la mansión en una mini ciudad autónoma es un desafío mayúsculo.
Muchos dudan que los permisos sean aprobados, incluso si el rapero lograra convencer a sus vecinos de vender sus terrenos. La comunidad de North Beverly Park es muy privada y poco flexible a los cambios.
Además de las regulaciones, las preocupaciones por la seguridad también se hacen presentes. Algunos vecinos temen que la llegada de West atraiga a sus fanáticos, lo que podría generar caos y problemas de seguridad.
"Si Kanye construye su ciudad, será cuestión de tiempo para que el caos siga", comentó un residente.
Las preocupaciones de los vecinos no son infundadas. En 2021, West compró una propiedad frente al mar en Malibú con la idea de convertirla en un refugio, pero sus modificaciones a la propiedad la degradaron al punto de tener que venderla a un precio mucho menor. Este episodio ha resurgido en la memoria de los vecinos de Beverly Hills.
La compra de la mansión llega en un momento delicado para West, quien ha experimentado una considerable disminución en su fortuna tras la ruptura de sus contratos comerciales. La adquisición de la propiedad sugiere que aún mantiene la ambición de llevar a cabo proyectos innovadores, sin importar lo extravagantes que estos puedan parecer a algunos.
Mientras West disfruta de sus vacaciones en Tokio con su esposa, Bianca Censori, la comunidad de North Beverly Park lo observa con recelo. La llegada del rapero ha desatado un debate sobre la armonía del vecindario y la viabilidad del proyecto DROAM. Es probable que Kanye se enfrente a un futuro difícil en Beverly Hills, donde su presencia ya ha generado controversia antes de siquiera mudarse.