Algunos la han tachado de "anti-feminista" e incluso de "antagonista" en la vida de Forrest. Sin embargo, Robin Wright, quien interpretó a Jenny, tiene una visión diferente. Según la actriz, el personaje no es un arquetipo de "mala" o "buena", sino un ser humano con sus propios deseos, decisiones y consecuencias.
"Jenny era un poco egoísta", reconoce Wright, pero eso no la convierte en una villana. La actriz defiende que Jenny simplemente vivió la vida a su manera, explorando su propia identidad en la década de los 60 y 70. Esto incluyó su participación en movimientos sociales como los Panteras Negras y una etapa marcada por la promiscuidad.
En este contexto, la enfermedad de Jenny no es un castigo, sino una consecuencia de sus decisiones. "Fue muy promiscua, esa fue la parte egoísta que ella mostró hacia Forrest", explicó la actriz. La postura de Wright busca defender la autonomía de Jenny y su derecho a tomar decisiones, incluso si estas son percibidas como irresponsables.