Keegan Bradley renuncia a jugar la Ryder Cup 2025 para enfocarse en ser capitán

La noticia, confirmada este miércoles, generó reacciones encontradas entre los fanáticos y los mismos jugadores.
"Estoy 100% seguro de que esta es la elección correcta", declaró Bradley desde la sede de la PGA en Frisco, Texas. Aunque admitió que "le rompe el corazón" no estar en el campo, su prioridad ahora es liderar al equipo estadounidense en Bethpage Black, Nueva York. La última vez que un capitán también jugó fue en 1963, cuando Arnold Palmer lo hizo en East Lake.
En lugar de incluirse a sí mismo, Bradley optó por seis jugadores clave:
Rory McIlroy, figura clave del equipo europeo, ya había advertido en junio que "si Bradley no se elige, EE.UU. no tendrá a sus mejores 12 jugadores". El norirlandés, con siete participaciones en el evento, también cuestionó la viabilidad de que alguien pueda ser capitán y jugador al mismo tiempo, dada la magnitud que ha alcanzado la competencia.
Justin Thomas, el estadounidense con más experiencia en el equipo actual, defendió la decisión de Bradley: "Él quiere hacer lo mejor para el equipo. Liderarnos hacia la victoria será más grande que cualquier cosa como jugador". La presión, sin embargo, recae ahora sobre el capitán: si EE.UU. no levanta la copa, su elección será inevitablemente juzgada.
Mientras Europa prepara su equipo, que probablemente incluirá a 11 de los 12 campeones de Roma 2023, los estadounidenses llegan con solo seis jugadores de esa edición. La apuesta de Bradley es clara: prefiere el rol estratégico desde fuera, aunque eso signifique dejar atrás su sueño de competir.