Cadillac F1 elige experiencia sobre nacionalismo con Bottas y Pérez

Una decisión que, aunque decepciona a quienes esperaban ver a Colton Herta al volante, tiene un argumento irrefutable: "No se trata de volver a la parrilla para luchar por podios, es un proyecto en sí mismo", admitió el mexicano Pérez.
Detrás de esta estrategia hay una jugada calculada. Dan Towriss, dueño de TWG Motorsports —empresa que adquirió el proyecto de Michael Andretti—, dejó claro en Miami que un piloto estadounidense llegará… cuando esté listo. El problema es que Herta, la gran esperanza local, aún no cumple con los requisitos de la superlicencia. Mientras tanto, Bottas y Pérez, ambos sin asiento esta temporada, aceptaron un reto inusual: construir desde cero, aunque eso signifique renunciar a victorias inmediatas.
Cadillac no descarta futuras incorporaciones. Graeme Lowdon, director del equipo, mencionó planes para una academia de jóvenes talentos, donde ya figuran Sebastian y Oliver Wheldon —hijos del extinto Dan Wheldon—. Incluso Sebastian, floridano de 16 años, podría ser una apuesta a largo plazo. "No hay prisa, pero la puerta está abierta", concluyó Lowdon. La bandera de las barras y estrellas tendrá que esperar.