Mientras cumple condena por múltiples delitos sexuales, Weinstein ha sido trasladado de nuevo al hospital, alegando "negligencia médica" por parte de las autoridades de la ciudad de Nueva York. Aunque el ex magnate del cine asegura que no culpa a los médicos ni al sistema penitenciario, su equipo legal acusa a las autoridades de "obstaculizar su atención médica" y de negarle "el derecho a un cuidado adecuado" mientras se encuentra bajo custodia.
Weinstein, quien se cree que padece leucemia mieloide crónica, ha generado gran controversia con sus acusaciones. Su equipo legal argumenta que la negativa de la ciudad a mantenerlo en el hospital Bellevue durante su próximo juicio es un "grave descuido" que pone en riesgo su capacidad para asistir al proceso.
Aunque su pronóstico es incierto, el caso de Weinstein ha revivido el debate sobre las condiciones de salud en las prisiones y la atención médica que se brinda a los reclusos. La lucha del ex productor también sirve como un recordatorio del poder y la influencia que puede tener una figura como él, incluso desde la sombra de una celda.