El mundo digital se ha convertido en un escenario donde la polémica y la crítica fluyen a través de las redes sociales con la misma rapidez que un mensaje en WhatsApp. Recientemente, el debate se ha centrado en un choque entre dos figuras públicas: Maryfer Centeno, la reconocida grafóloga, y Mr. Doctor, el influencer de medicina interna, mejor conocido como Octavio Arroyo.
La controversia comenzó cuando Mr. Doctor publicó un video donde cuestionó la credibilidad de los métodos de Centeno para bajar de peso con la escritura, asegurando que no tenían sustento científico. Además, señaló que la grafóloga podría estar vendiendo libros con afirmaciones de curar la ansiedad y depresión, lo que, según él, sería una irresponsabilidad.
Las críticas de Mr. Doctor no se detuvieron ahí. También acusó a Centeno de impartir un diplomado en Grafología sin contar con las credenciales necesarias, "Está lucrando con estas enfermedades tan serias, cuando quienes las padecen deberían recibir ayuda profesional", declaró.
El video se volvió viral, desatando una ola de comentarios y opiniones en redes sociales. Sin embargo, la grafóloga no respondió a las acusaciones, hasta que el periodista Ernesto Buitrón reveló que Centeno había interpuesto una demanda contra Mr. Doctor por discriminación, amenazas, apología al delito, entre otras acusaciones.
"Si existe una denuncia de Maryfer Centeno en contra de Mr. Doctor", confirmó el periodista, "Ya tiene una calidad de imputado, obviamente ese es un delito".
La noticia causó revuelo en el mundo digital, con Mr. Doctor defendiéndose en su cuenta de X y acusando a Centeno de querer "hacerse la víctima" después de exponer sus "mentiras".
"Es increíble que una persona charlatana, ahora quiera denunciar y hacerse la víctima, después de exponer sus mentiras. Y lo peor utilizando palancas y contactos", escribió el influencer.
Los internautas se dividieron entre quienes apoyaban a Mr. Doctor y quienes defendían a Centeno.
Este caso, que seguramente tendrá repercusiones legales, nos recuerda que la línea entre la crítica constructiva y la difamación en el mundo digital es muy delgada, y que la viralización de un mensaje puede tener consecuencias inesperadas.