Pero, ¿qué hay detrás de esta imagen?
La vida de Annie, de 33 años y madre de cuatro hijos, ha dado un giro inesperado. En octubre, tomó la difícil decisión de "no poder perdonar" a su esposo, el futbolista Kyle Walker, y solicitó el divorcio.
La razón de esta drástica medida se remonta a los escándalos que han rodeado a Kyle. El jugador de 34 años ha sido padre de dos hijos con la influencer Lauryn Goodman: Kairo, de cuatro años, y Kinara, de 14 meses.
Annie, vestida de manera casual con un suéter negro y una chaqueta bomber a juego, se prepara para una batalla legal que promete ser intensa. Ha instruido a sus abogados para que inicien los procedimientos legales y luchen por la mitad de la fortuna de £27 millones del defensor del Manchester City.
La pareja, que se conoció en su adolescencia en Sheffield, ha tenido una relación turbulenta. Una fuente cercana reveló a MailOnline que "las cosas están tan mal entre ellos como siempre". La relación parecía insalvable, y Annie no podía superar la traición de Kyle.
El futbolista ya había sido expulsado de su hogar compartido cuando Lauryn reveló que estaba esperando un hijo suyo. Sin embargo, la pareja se reconcilió y se casó en noviembre de 2021 en Mottram Hall, Cheshire, después de una propuesta con un anillo de £250,000.
Pero el drama no terminó ahí. Kyle volvió a engañar a Annie con Lauryn, quien quedó embarazada de su segunda hija, Kinara. En diciembre, Lauryn envió un mensaje revelador a Annie: "Hola, soy Lauryn. Solo quería decirte rápidamente que Kyle es el padre de nuestra hija". Dos semanas después, Annie, quien estaba embarazada de su cuarto hijo, confirmó su separación.
Kyle, en un intento por reparar su relación, se mudó a una mansión alquilada cerca de su hogar compartido. En una entrevista con The Sun, asumió su responsabilidad: "Lo que he hecho es horrible y asumo toda la culpa. Tomé decisiones estúpidas".
En julio, durante una batalla legal por la manutención de los hijos con Lauryn, Kyle fue elogiado por el juez por su sensatez, honestidad y fiabilidad. Lauryn había solicitado una suma considerable para la manutención de los niños y otros gastos, pero el juez desestimó muchas de sus demandas, calificando a Kyle como digno y generoso.
La historia de Annie y Kyle es un recordatorio de que las vidas de los famosos no siempre son perfectas. Mientras Annie lucha por su futuro y el de sus hijos, el mundo observa cómo se desarrolla esta batalla legal.