Su vida estuvo marcada por la pasión, la creatividad y la tragedia, y su legado sigue siendo recordado hoy en día.
Conocida por ser la amante de la icónica cantante Janis Joplin, Caserta vivió una vida llena de altibajos. Nacida en 1940 en Louisiana, creció en una familia que se mudaba constantemente, lo que la llevó a desarrollar una personalidad fuerte y adaptable. En la década de 1960, se estableció en San Francisco y abrió una de las primeras tiendas de ropa hippie del país, Mnasidika, donde vestía a bandas como Grateful Dead.
La relación con Janis Joplin fue un capítulo importante en la vida de Caserta. La pareja se conoció en la comunidad de Haight-Ashbury y su amistad y romance se convirtieron en una de las historias más famosas de la época. En 1973, Caserta publicó su primer libro de memorias, "Going Down with Janis", que relataba su relación con la cantante. Sin embargo, años más tarde, Caserta afirmó que el libro había sido escrito por un ghostwriter y que ella había sido víctima de una explotación.
"No escribí ese libro", dijo Caserta en una entrevista en 2018. "Me vendí por dinero para drogas y he vivido en la sombra de eso durante 40 años". Caserta también afirmó que el libro había alimentado su adicción a las drogas y que había intentado superarla en varias ocasiones.
En 2018, Caserta publicó otro libro de memorias, "I Ran Into Some Trouble", en el que cuestionaba la versión oficial de la muerte de Janis Joplin. Según Caserta, la cantante no murió de una sobredosis de drogas, sino que se cayó y se asfixió con su propia sangre. "Vi su pie sobresaliendo al final de la cama", dijo Caserta. "Estaba acostada con cigarrillos en una mano y monedas en la otra. Durante años, me molestó. ¿Cómo podría haberse sobredosis y luego haber salido al lobby y vuelto?"
Después de la muerte de su madre en 2005, Caserta regresó a su hogar en Louisiana y se convirtió en su cuidadora durante 12 años. Su legado como una figura influyente en la escena musical y cultural de la década de 1960 sigue siendo recordado hoy en día.