Uno de los casos más recientes es el de Julia Roberts, quien compartió su lucha con el personaje de Anna Scott en la película "Notting Hill".
Según Richard Curtis, el escritor de la película, Roberts se sintió incómoda con la idea de que su personaje se divorciara en una posible secuela. "Intenté hacer una secuela de Notting Hill donde Anna y William se divorciaban, pero Julia pensó que era una mala idea", dijo Curtis. Esto no es sorprendente, considerando que Roberts había admitido anteriormente que se sintió incómoda con el papel de Anna Scott desde el principio.
En una entrevista con Vogue, Roberts reveló que "uno de los desafíos más difíciles que he enfrentado fue interpretar a una actriz de cine en Notting Hill". Añadió que "me sentí muy incómoda, no sabía cómo interpretar a esa persona". Su incomodidad no se limitó a la actuación, ya que también tuvo problemas con su vestuario. En un momento icónico de la película, Roberts decidió usar sus propias ropas en lugar del vestuario de la película.
La decisión de Roberts de no participar en una secuela de "Notting Hill" no es sorprendente, considerando sus sentimientos sobre el papel. Sin embargo, es interesante ver cómo otros actores han reaccionado a la noticia. Nicole Kidman, quien había estado interesada en interpretar a Anna Scott, admitió que se sintió devastada al perder el papel.
La experiencia de Roberts con "Notting Hill" es un recordatorio de que, incluso los actores más exitosos, pueden sentirse incómodos con ciertos papeles. Afortunadamente, Roberts pudo superar sus inseguridades y dar vida a un personaje que se ha convertido en un icono del cine.