Un ejemplo reciente de esto es el caso de Laura Bozzo, quien fue demandada por difamación y daño moral por Gabriel Soto e Irina Baeva.
Según fuentes cercanas al caso, la demanda se originó en octubre de 2020, cuando Laura Bozzo hizo declaraciones públicas sobre la relación entre Gabriel Soto e Irina Baeva. Estas declaraciones, según los actores, dañaron su vida personal y profesional. En respuesta, Gabriel Soto e Irina Baeva presentaron una denuncia ante las autoridades, acusando a Laura Bozzo de acoso y amenazas.
Después de cuatro años de batalla legal, la ex pareja finalmente ganó el juicio. La sentencia, emitida en diciembre de 2024, estableció que Laura Bozzo deberá pagar una indemnización de dos millones de pesos por el daño moral causado a Gabriel Soto e Irina Baeva. El plazo para pagar esta indemnización es de solo cinco días desde la emisión de la sentencia.
Según Gustavo Adolfo Infante, periodista que mostró un documento con la sentencia en su canal de YouTube, "Finalmente le ganaron y ni modo, lo que se dice tiene consecuencias". Esto sugiere que las declaraciones públicas pueden tener consecuencias legales y financieras.
El abogado de Gabriel Soto, Gustavo Herrera, agregó que si Laura Bozzo se niega a pagar la indemnización, podrían embargarla. "Se dictó sentencia interlocutoria para que veamos si ella va a cuantificar a cuánto condena a Laura Bozzo y ya que la condene podemos pedir, si no paga voluntariamente, en el termino de cinco días, entonces pasamos a la vía de apremio y se dicta orden de embargo".
En resumen, el caso de Laura Bozzo es un ejemplo de cómo las declaraciones públicas pueden tener consecuencias legales y financieras. La sentencia estableció que Laura Bozzo deberá pagar una indemnización de dos millones de pesos por el daño moral causado a Gabriel Soto e Irina Baeva.