El nombre del mexicano Memo Aponte, actor de doblaje relativamente conocido, empezó a sonar con fuerza nuevamente. No por un nuevo papel, sino por las declaraciones de dos de sus exparejas, Mónica Rosales y Shadia Haddad, en el podcast "Hablemos de tal", del influencer "Un tal Fredo". Ellas sacaron a relucir detalles oscuros de su relación con el actor y otrorainfluencer.
Inicialmente, se centraron en los malos tratos que sufrieron durante su relación con Aponte. Hablaron de manipulación, amenazas, y un control desmesurado por parte de él. Pero algo más resonó con mucha más fuerza: el testimonio sobre el trato que Aponte daba a sus propias mascotas.
Los videos cortos en TikTok con extractos de la entrevista se viralizaron. El testimonio se volvió ineludible. Según ambas mujeres, Aponte no solo era violento con ellas, sino que también lo era con sus perritas. Hablaron de episodios de violencia física y de un uso irresponsable de sustancias, que presuntamente afectaba a los animales.
"Cuando Sora, una de sus perritas, se comió un control remoto, Aponte reaccionó con una violencia desmedida", relató Haddad. Este y otros detalles impactantes comenzaron a generar indignación a través de las redes sociales.
Este caso no es aislado ya que otras celebridades también han sido acusadas de maltrato animal. Y la lista resulta extensa. Anna Farris, por ejemplo, fue multada con 5 mil dolares por abandonar a un perro adoptado en mal estado. El caso de Michael Vick, con su condena de 23 meses en prisión por peleas de perros, es especialmente trágico. Justin Bieber también fue criticado por la situación de un mono capuchino que le regaló a un amigo que no pudo cuidar de él y posteriormente fue confiscado. Incluso R. Kelly se enfrenta entre muchas mas acusaciones a las de maltrato animal, por haber tenido a sus perros en condiciones deplorables.
Algunos casos, sin embargo, son más matizados. A Maluma se le acusó de maltrato por bailar con su perro, a J Balvin por pintarle la cola al suyo, y Paris Hilton por dejar a su famoso chihuahua en un hotel mientras asistía a una fiesta.
Las acusaciones contra Maluma, J Balvin o Paris Hilton, por ejemplo, fueron por acciones que, aunque cuestionables, no necesariamente constituyen maltrato grave. En algunos casos se trató de malas interpretaciones y en otros se generó una controversia alrededor de la responsabilidad de las figuras públicas con sus mascotas.
La situación con Memo Aponte, sin embargo, es más grave. Las acusaciones van más allá del descuido o la falta de información, llegando a describir acciones de violencia directa hacia sus animales. El impacto de estas acusaciones no se limita a la reputación de los involucrados, sino que reabre el debate sobre la importancia de la responsabilidad hacia los animales, y la necesidad de tomar en serio el maltrato animal como una cuestión de justicia social.
Además de los relatos sobre los animales, las declaraciones de Shadia y Mónica desvelaron un patrón de comportamiento de control y manipulación por parte de Aponte. Ambas describieron tácticas que iban desde amenazas veladas hasta actos de violencia psicológica.