Entre la multitud, se encontraba Igor Lichnovsky, futbolista del América, disfrutando del ambiente. Su cuenta de Instagram, usualmente reservada a imágenes deportivas, mostró un carrusel de fotos del evento. Imágenes que, a simple vista, documentaban una noche más de celebración deportiva… hasta la última.
La última fotografía del carrusel desató una ola de comentarios y especulaciones. En ella, Igor aparece abrazado de Cassandra Sánchez Navarro, actriz de Televisa. La imagen, cargada de complicidad, contrastaba con las declaraciones previas de ambos, quienes habían negado cualquier tipo de relación sentimental.
La instantánea, lejos de pasar desapercibida, se volvió viral rápidamente. En redes sociales, la reacción fue inmediata y variada. Algunos usuarios mostraron su apoyo a la pareja, mientras que otros expresaron su desaprobación, con comentarios como el irónico: “¿No que no? O como dicen por ahí, ‘pues ya qué’”, de la cuenta “Reina venenosa”. Igor, por su parte, acompañó la publicación con un simple: “Me caíste bien Puebla”. Cassandra, sin embargo, mantuvo silencio en sus redes sociales.
Este hecho se suma a avistamientos previos de la pareja en eventos públicos, como un partido de la NBA. Aunque la discreción fue la tónica inicial de su relación, la fotografía en Puebla confirma lo que ya se venía rumoreando en diversos medios. Según fuentes cercanas, la relación habría comenzado en medio de una crisis matrimonial por parte de Igor. Cassandra, por su parte, confirmó recientemente su separación.
Detalles como el viaje a Puebla, la complicidad en la fotografía, y las reacciones en redes sociales pintan un panorama mucho más complejo que un simple encuentro casual. Cada pieza del rompecabezas contribuye a una narrativa que ha captado la atención de la prensa y el público, alimentando la intriga sobre el futuro de esta inesperada pareja.