Y vaya que lo lograron.
Cal Raleigh, el receptor estrella de los Marineros, dejó claro por qué es uno de los bateadores más temidos de la Liga Americana. En la novena entrada, con un jonrón de dos carreras que viajó 391 pies hacia el jardín izquierdo-central, selló el marcador 8-1. "Solo seguí mi rutina, buscando un pitcheo para conectar fuerte", comentó después del partido.
Pero no fue el único héroe de la noche:
- Eugenio Suárez envió la pelota a 422 pies en la cuarta entrada.
- J.P. Crawford respondió con otro cuadrangular en la sexta.
- Logan Gilbert dominó en el montículo con seis entradas de apenas una carrera.
Los Tigres, por su parte, parecieron despertar demasiado tarde. Recién en la novena entrada lograron amenazar con un rally de tres carreras, pero el cerrador mexicano
Andrés Muñoz apagó cualquier esperanza con un frío doble play.
Detroit acumula ya ocho derrotas consecutivas en su estadio, una sequía que pesa como losa. "No estamos ejecutando cuando más importa", admitió el manager A.J. Hinch en conferencia de prensa.
Los números no mienten:
- Jack Flaherty (Tigres) solo aguantó 3.1 entradas.
- Seattle conectó 11 hits, incluyendo 3 jonrones.
- El dominicano Víctor Robles anotó tras doblete y error defensivo.
Con esta victoria, los
Marineros se colocan a un triunfo de alcanzar su primera Serie de Campeonato en 22 años. El miércoles tendrán su primera oportunidad de cerrar la serie en Detroit, antes de un eventual quinto juego en Seattle si fuera necesario.
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