El podcast "Office Ladies", que Fischer conduce junto a Angela Kinsey, ha revelado detalles fascinantes sobre el casting de la primera temporada.
Resulta que el personaje de Katy, la vendedora de bolsos que desata el caos en Dunder Mifflin, casi no fue interpretado por Amy Adams. "En nuestro análisis original de este episodio, mencionamos que Amy Adams, quien interpreta a Katy, era la primera opción de Mindy Kaling", explica Fischer en el podcast. Sin embargo, la historia da un giro inesperado.
Jenna Fischer continúa relatando: "Originalmente filmamos 'Hot Girl' un día entero con una actriz diferente. Desafortunadamente, no era la adecuada para el papel. Tuvimos que reemplazarla con Amy." La razón detrás de este cambio inicial no fue la falta de talento, sino una peculiaridad: la semejanza física entre Amy y Jenna.
"Había una preocupación de que Amy y yo nos pareciéramos demasiado", revela Fischer. "Uno de los escritores incluso dijo: 'Lo siento, no podemos contratarla. Es como Jenna 2.0.'" Este parecido físico, que inicialmente fue un obstáculo, terminó convirtiéndose en un elemento narrativo clave, inspirando la icónica línea de Michael Scott: "¡Es como Pam 6.0!"
La similitud entre ambas actrices no solo influyó en la narrativa de The Office, sino que además, resalta la importancia de la química y la toma de decisiones en el proceso creativo de la serie. El episodio "Hot Girl", centrado en las ocurrencias provocadas por Katy, fue un éxito, consolidando la presencia de Amy Adams en la serie. Su personaje, incluso, reapareció en episodios posteriores.
Este detalle, junto con la reciente revelación de Fischer sobre su lucha contra el cáncer de mama, nos recuerda que detrás de cada escena hay historias personales y profesionales complejas que enriquecen la experiencia de la audiencia.
Más allá de la anécdota de casting, la historia revela la resiliencia de Jenna Fischer, quien tras superar la enfermedad, comparte su experiencia para concientizar sobre la importancia de los chequeos médicos. Un mensaje que resuena con fuerza, en especial para el público femenino mexicano.
La experiencia de Fischer nos invita a reflexionar sobre el valor de la perseverancia, la importancia de la salud preventiva y la magia que se crea detrás de las cámaras en la producción de series de televisión. Su historia, un ejemplo de valentía y resiliencia, se entrelaza con la anécdota del casting de The Office, dejando una marca imborrable en el recuerdo de la audiencia.