Hablamos de "Conclave", el thriller papal de Edward Berger, donde las sombras ocultan alianzas volátiles, acusaciones tensas surgen en oscuros pasillos y secretos salen a la luz en la intimidad del apartamento papal. La tensión se corta con un cuchillo al ver cómo se desmoronan las estrategias de los cardenales, con figuras como el cardenal Bellini (Stanley Tucci), quien acusa al tradicionalista cardenal Tedesco (Sergio Castellitto), y el cardenal Tremblay (John Lithgow), cuya candidatura se tambalea.
Pero entonces, surge una figura inesperada: el cardenal Benítez, interpretado por Carlos Diehz, un mexicano que ha conquistado Hollywood con su debut cinematográfico. Su serenidad contrasta con la vorágine política que envuelve a los demás candidatos al papado. Su presencia, nombrada en secreto por el papa anterior, es una amenaza al equilibrio del cónclave.
Diehz, un arquitecto de 53 años radicado en Vancouver, cambió los planos por las cámaras en 2020. "Siempre me incliné hacia las artes desde niño – dibujo, modelado en arcilla, todo eso – luego, al darme cuenta de que la gente que veía en las películas actuaba, pensé que quizás me gustaría hacer eso," comenta Diehz en una entrevista.
Su preparación para el papel fue un proceso meticuloso. La descripción inicial del personaje, según el actor, se centraba en su físico: un hombre delgado y mestizo. “Cuando leí la descripción, recordé tener 19 o 20 años y pasar por mi fase mística. Estaba perdido, y luego encontré a Dios, y solo quería salir y predicar las buenas nuevas a todos.” Un pasado que se conecta profundamente con la esencia de su personaje.
El proceso de audición, que duró tres meses, implicó varias rondas con nombres importantes de la industria, incluyendo a Nina Gold. “Fue realmente desalentador, y hubo mucha duda sobre mí mismo. Solo tenía que seguir confiando en el proceso,” comparte Diehz sobre el reto de actuar junto a leyendas como Ralph Fiennes.
Diehz revela que su experiencia como arquitecto, con situaciones de alta presión sin margen para errores, resultó inesperadamente útil en el set. "Trabajando junto a actores veteranos, la mentalidad que tenía que tener era: 'Pertenezco aquí'," afirma, resaltando el apoyo recibido de sus compañeros de reparto, quienes lo guiaron en este camino.
La escena del discurso de Benítez al cónclave fue particularmente desafiante. “La noche anterior, realmente me volví loco, y le pedí consejo a John Lithgow. Él me dijo: 'El miedo escénico siempre está ahí, se trata de cómo lo manejas. Debes empoderarte, y debes saber que cuando das un discurso, eres dueño de la escena.'" Un aprendizaje valioso que refleja la profunda preparación y entrega del actor.
Actualmente, Diehz se encuentra explorando nuevas oportunidades en el mundo del cine, con la esperanza de seguir creciendo y desafiándose a sí mismo. Una trayectoria que, sin duda, inspirará a muchos a seguir sus sueños, sin importar la edad o la profesión.