Actriz de EastEnders, Melissa Suffield, revela dura batalla contra enfermedad crónica
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Yelitza EspinozaEste año, Melissa, que ha luchado contra una enfermedad crónica no especificada, había apostado por un estilo de vida saludable. "He dormido lo suficiente, he tomado vitaminas y minerales, y no he tomado una gota de alcohol", explicó a The Sun. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, se encuentra más enferma que nunca.
El diagnóstico de sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO), tras meses de náuseas inexplicables y un largo peregrinaje por médicos que no daban con la causa, ha complicado aún más las cosas. La Navidad, que para muchos es sinónimo de alegría y festejos, se presenta este año como un periodo especialmente difícil.
"El año pasado preparé la cena navideña y no comí nada. Para mí, el 80% del disfrute proviene de la comida, así que este año no me siento muy festiva", confesó con honestidad.
La situación es, en sus propias palabras, "muy sombría". A pesar de haber bajado de peso, algo que muchas personas consideran positivo, Melissa enfatiza que se siente peor que nunca y que este cambio en su peso no ha sido algo que haya buscado. "Nunca fue una meta para mí. Es completamente lo opuesto a lo que siempre he querido para mi cuerpo", aseguró.
Su lucha contra la enfermedad ha afectado su piel y cabello, y la ha llevado a realizar más de 40 visitas al médico general este año, además de costosos desplazamientos al hospital y un gasto considerable en medicamentos. Todo esto, mientras batalla con un sistema de salud que, según ella, la ha dejado desamparada en múltiples ocasiones.
En julio pasado, Melissa ya había compartido en Instagram su experiencia con una deficiencia de B12, revelando la dificultad para obtener un diagnóstico adecuado y el largo camino para acceder a un tratamiento efectivo. Su testimonio se convierte en una llamada a la conciencia sobre la importancia de un diagnóstico preciso y la complejidad de las enfermedades crónicas.
La experiencia de Melissa resalta la importancia de priorizar la salud integral, más allá de los parámetros estéticos. Su caso pone de relieve la necesidad de un sistema de salud más accesible y receptivo a las necesidades individuales de cada paciente.
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