Aunque el nombre aún no se revela, la noticia ha conmocionado a millones.
El fallecimiento ocurrió a los 69 años, tras complicaciones de salud que, según fuentes cercanas, se agravaron a principios de este año. La artista, cuyo nombre real era Bertha Elisa Noeggerath Cárdenas, más conocida como Dulce, dejó una huella imborrable en la música romántica.
Su carrera, que despegó en las décadas de los 80 y 90, la consolidó como una de las voces más representativas del género. Éxitos como "Tu muñeca" y "Heridas" se convirtieron en himnos de amor y desamor, resonando profundamente en el corazón de millones de latinoamericanos. Sus interpretaciones, cargadas de una sensibilidad única, la posicionaron en la cima del éxito.
Pero la vida de Dulce no se limitó al escenario. También exploró el mundo del teatro y la televisión, demostrando su versatilidad y talento. Su elegancia y estilo impecable la convirtieron en un referente de estilo.
La noticia de su partida generó inmediatamente interrogantes sobre su legado. Se sabe que, previendo esta eventualidad, Dulce elaboró su testamento. Según información privilegiada, su única hija, Romina Mircoli, heredera universal de sus bienes, será la encargada de administrar su patrimonio. Asimismo, su nieto menor de edad también se beneficiará de la herencia.
Más allá de las canciones y los escenarios, Dulce dejó un legado de talento, pasión y entrega a su arte. Temas como "No soy tuya" y "Rompecorazones" perdurarán como un testimonio de su innegable contribución a la música en español. Su influencia trasciende generaciones, con nuevos fans descubriendo su música constantemente.
Su impacto en la cultura mexicana es indiscutible, un ícono que marcó un antes y un después en la música romántica. Su recuerdo permanecerá vivo a través de sus canciones y su legado artístico.