Rakim Athelaston Mayers, conocido mundialmente como A$AP Rocky, enfrenta un juicio en enero que podría cambiar su vida para siempre. Se le acusa de dos cargos de agresión con un arma semiautomática, un delito que conlleva una pena de hasta ocho años de prisión. Este hecho impacta directamente a su familia, especialmente a su pareja, Rihanna, madre de sus dos hijos, RZA (de dos años) y Riot Rose (de 16 meses).
Fuentes cercanas a la pareja han revelado a DailyMail.com la preocupación de Rihanna ante la posibilidad de que su novio sea encarcelado. “Rihanna no quiere verse envuelta en el problema de Jay-Z porque tiene un drama legal mucho más importante en su vida, uno que podría tener consecuencias desgarradoras”, comentó una fuente anónima. Esta misma fuente añade que la cantante está implementando una estrategia de relaciones públicas inusual para la pareja, caracterizada por su privacidad. Desde que se confirmó el juicio en noviembre pasado, Rihanna y A$AP Rocky han realizado un número significativo de apariciones públicas.
"Ellos son extremadamente privados y no les gusta estar expuestos, pero Rihanna sabe que necesita mostrar al mundo el amor que se tienen, esperando que eso influya positivamente en el resultado del caso. Está aterrorizada de que él vaya a prisión. Tiene dos hijos en casa a los que no quiere criar sola", explicó la fuente.
Esta estrategia se ha hecho evidente en una serie de eventos. Desde la portada de la revista W, donde Rihanna fue la fotógrafa, hasta las apariciones en la Semana de la Moda de Shanghai, la celebración de cumpleaños de A$AP Rocky en octubre, y la entrega de premios Footwear News Achievement Awards donde Rihanna grabó orgullosamente el momento en que su pareja ganó el premio a la “Colaboración del año”. “¡Déjame ver quién ganó esa mierd*! ¡Mi papá bebé!”, se la escuchó decir en una videollamada, mientras que A$AP Rocky confirmaba: “Tu papá bebé.”
Entre estas actividades públicas, también encontramos momentos de filantropía, como la participación de la pareja en un evento de Puma en el club de niños y niñas de Harlem, donde distribuyeron artículos deportivos a más de 200 miembros. A pesar del evidente nerviosismo, la pareja continúa con su vida y responsabilidades familiares, incluyendo la celebración de Halloween junto a sus hijos en Los Ángeles.
El juicio está programado para comenzar el 21 de enero y se espera que dure entre siete y diez días. El juez ha advertido que A$AP Rocky será tratado como cualquier otro acusado, sin importar su estatus de celebridad. Mientras tanto, Rihanna continúa con su vida pública, mostrando una imagen de unidad y fortaleza frente a la incertidumbre.