Recientemente, la biografía de Rod Taylor, el actor australiano que cautivó al público con su papel en “Los Pájaros” de Alfred Hitchcock, ha revelado detalles inesperados de su vida. Stephen Vagg, autor de “Rod Taylor: An Aussie in Hollywood”, desmitifica la imagen pública del actor, pintando un retrato más humano y complejo.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, la imagen de galán de Hollywood que proyectó Taylor no se limitaba a la pantalla. Según Vagg, “fue un hombre de vida intensa, con un problema con el alcohol, y una vida sentimental muy activa”. El libro profundiza en sus relaciones con varias estrellas de la época, incluyendo un compromiso con Anita Ekberg, famosa por su icónica escena en “La Dolce Vita”. Su relación, según el biógrafo, se caracterizó por “una mezcla explosiva de pasión y conflicto”, captada a menudo por los paparazzi de la época.
Pero la vida amorosa de Taylor fue más allá de los titulares. Vagg también revela un romance menos conocido con Maggie Smith, un detalle que sorprende dada la imagen reservada de la actriz. “Él la admiraba profundamente, y estaba dispuesto a casarse con ella, pero ella no compartía el mismo deseo”, afirma el autor. La lista de romances, según la biografía, incluye nombres como Frances Nuyen, y varias de sus co-estrellas. Su atractivo físico y su estatus de estrella de cine le abrieron muchas puertas.
Más allá de los romances, la biografía también destaca su carrera. Su papel en “Los Pájaros”, inicialmente destinado a Cary Grant, catapultó su fama. El papel femenino principal, escrito para Grace Kelly, fue finalmente interpretado por Tippi Hedren, quien, según Vagg, recibió el apoyo de Taylor durante el exigente rodaje.
La amistad con John Wayne también ocupa un lugar destacado en la narración. Ambos compartían la pasión por el alcohol, las largas conversaciones y el póker. “Eran dos hombres que amaban la vida”, dice Vagg, describiendo sus noches de juego y juergas.
Su trayectoria incluye también un papel en “101 Dálmatas” como la voz de Pongo, una incursión en la televisión con “Hong Kong”, y un regreso al cine con “Bastardos sin Gloria” de Quentin Tarantino. Su último periodo de vida se define por la estabilidad y la felicidad junto a su esposa Carol, quien, según el autor, “prolongó su vida” gracias a la introducción de hábitos saludables como el yoga y una dieta equilibrada.
La historia de Rod Taylor nos recuerda que la imagen pública a menudo oculta una realidad mucho más compleja, llena de matices y contrastes; una historia de un hombre que vivió la vida a su manera, dejando una marca imborrable en la historia de Hollywood.