Hablamos de voces que marcaron una época, que se entrelazaron con nuestras propias historias. Bertha Elisa Noeggerath Cárdenas, conocida mundialmente como Dulce, dejó este plano a los 69 años tras complicaciones de salud. La noticia, confirmada por varios medios, dejó un profundo pesar en la industria musical mexicana y Latinoamérica. Su partida representa el final de una era dorada de la balada romántica.
Su carrera, repleta de éxitos que resonaron en millones de corazones, la convirtió en un referente para varias generaciones. Temas como "Tu muñeca", "Heridas", "Lobo" y "Déjame volver contigo", entre otros, se han convertido en clásicos que trascienden el tiempo. Cada canción, una historia, una emoción que la artista supo transmitir con una maestría incomparable.
Más allá de sus éxitos indiscutibles, Dulce se destacó por su impecable estilo y elegancia en el escenario. Su presencia, una combinación única de talento y carisma, la diferenciaba. La versatilidad de su voz le permitió explorar distintos matices, desde la dulzura más conmovedora hasta la intensidad desgarradora. Su contribución a la música abarca también su participación en teatro y televisión.
Según el periodista de espectáculos Alex Kaffie, la última voluntad de Dulce fue la cremación. "Esto se realizará mañana," declaró el comunicador, agregando un detalle íntimo a la despedida de la icónica cantante.
Su discografía, un legado invaluable, contiene piezas musicales que reflejan el espectro completo de las emociones humanas. Canciones como "Hielo", "Aún lo amo", "No soy tuya" y "Rompecorazones" son prueba de ello. Su impacto en la industria musical mexicana es innegable, su voz una huella indeleble en la historia de la balada romántica en español.
La partida de Dulce deja un vacío difícil de llenar. Su música, sin embargo, continuará resonando, manteniendo viva su memoria y su legado musical a través de las generaciones.