Romina Marcos: Amor, autodescubrimiento y salida del clóset

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El mundo del espectáculo mexicano siempre nos sorprende. En esta ocasión, no se trata de una ruptura escandalosa ni de una rivalidad entre famosos, sino de una historia de autodescubrimiento y amor que está cautivando a muchos

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Yelitza Espinoza el 30/12/2024 10:05 PM.
En Espectáculos y editada el 30/12/2024 10:09 PM.

Recientemente, Romina Marcos, hija de la icónica Niurka Marcos, ha compartido un aspecto muy personal de su vida en una entrevista que ha generado gran interés. A sus 29 años, y tras su paso por el reality show "Los 50 2024", Romina ha decidido abrir su corazón y revelar detalles sobre su primera relación con una mujer: la doctora Laura Salazar.

Durante su participación en el podcast "Deko en vivo", Romina expresó su felicidad con una espontaneidad contagiosa. “Es padrísimo, alesbíanate,” comentó entre risas, reflejando la alegría y la tranquilidad que le ha brindado esta nueva etapa. Esta relación, que apenas lleva un mes, se describe como un inicio “de todo color de rosa”, llena de respeto y apoyo mutuo.

Pero la historia va más allá de un simple romance. Romina ha encontrado en Laura una conexión profunda, marcada por una comunicación fluida y una comprensión mutua que contrasta con sus experiencias anteriores. “Una de las cosas que me he dado cuenta es la comunicación; en mis experiencias con hombres, siempre tenía un nivel de ansiedad… la preocupación de ‘¿me veré muy intensa?, ¿me escucharé loca?, ¿estoy exagerando?’”, confesó Romina, destacando la diferencia en la forma de expresarse y sentirse comprendida.

Este cambio significativo la ha llevado a identificarse públicamente como una mujer lesbiana. Un proceso que, según sus palabras, ha sido increíblemente bien recibido por su círculo social y su red de apoyo. “A mis 29 años me estoy dando cuenta que soy lesbiana y… a todas las personas a las que me acerqué y les dije: ´Soy lesbiana´, fue un ‘Ya lo sabía´, ´Me encanta´, ´Qué bueno´, ´Se te ve una luz en la cara´,” finalizó.

Más allá de la atención mediática, la historia de Romina y Laura resalta la importancia de la autenticidad, la comunicación y el respeto en las relaciones, independientemente de la orientación sexual. Un mensaje de aceptación y amor propio que resuena con fuerza en una sociedad en constante evolución.