La polémica entre Lauryn Goodman y Kyle Walker, futbolista del Manchester City, ha llegado a un nuevo capítulo. Este año, la controversia no gira en torno a infidelidades o batallas legales, sino a la ausencia de regalos navideños para los dos hijos que ambos tienen en común: Kairo, de cuatro años, y Kinara, de 18 meses.
Fuentes cercanas a Goodman aseguran que Walker no envió ningún regalo ni tarjeta navideña a sus hijos. "Dejarlos sin nada que abrir otro año es realmente triste," comentó una fuente anónima a un medio de comunicación. Esta situación ha generado una nueva ola de tensiones entre la pareja, que ya tiene una historia llena de escándalos mediáticos.
La situación se complica aún más si consideramos el pasado. Walker, de 34 años, tuvo a Kairo con Goodman en 2020, a pesar de estar casado con Annie Kilner, también de 34 años, con quien tiene otros tres hijos. La relación entre Walker y Goodman continuó, al menos brevemente, resultando en el nacimiento de Kinara en agosto de 2023, mientras Annie esperaba su cuarto hijo con Walker, Rezon, nacido en 2024. El anuncio de la paternidad de Kinara llegó a través de un contundente mensaje de texto de Goodman a Kilner el 27 de diciembre de 2023: "Hola, soy Lauryn. Solo quería decirte rápidamente que Kyle es el padre de nuestra hija".
La indignación de Goodman no se limita a la ausencia de regalos navideños. Se siente profundamente afectada por la falta de contacto con Walker, las acusaciones de "buscadora de oro" tras una audiencia judicial donde se determinó su manutención (la cual incluye £12,500 mensuales y una casa de £2.4 millones), y la manera en que los medios la presentan. Incluso ha cambiado de relaciones públicas en múltiples ocasiones.
Por su parte, Walker, quien vive con Kilner y pasó la Navidad con su familia, alega que se mantiene alejado para proteger a sus hijos y a su matrimonio, aun estando éste en una situación precaria. Un amigo cercano a Walker comenta: "Él y Annie no están bien, por supuesto, por lo que ha sucedido, pero él vive allí. De hecho, se ha sugerido que podrían terminar teniendo un divorcio financiero, en el que dividen los activos y determinan la manutención, pero continúan viviendo juntos e intentan reconstruir su relación."
La situación se ve agravada por una serie de demandas pasadas de Goodman, que salieron a la luz durante la audiencia judicial: la instalación de un campo de césped artificial de £32,000 y un auto nuevo de £30,000 para la niñera. Estas demandas, sumadas a las acusaciones previas de fraude de beneficios, contribuyeron a la percepción del juez sobre la actitud de Goodman.
En un comunicado posterior a la audiencia, una portavoz de Walker declaró: "Este juicio habla por sí solo al dejar al descubierto la insaciable avaricia y la implacable búsqueda de dinero de Lauryn Goodman."
Mientras tanto, Goodman busca oportunidades como bloguera de maternidad, sin ocultar su frustración por la falta de propuestas para programas de televisión tras su participación en "Celebs Go Dating". La batalla continúa, dejando un futuro incierto para todos los involucrados.