El foco de atención, aunque velado, estaba en Jennifer Lopez y Ben Affleck. Su matrimonio, que hace dos años acaparó titulares a nivel mundial, parecía haber llegado a un punto culminante, aunque no del modo que muchos esperaban. Cinco meses después de que Lopez presentara la demanda de divorcio, los rumores de un arreglo extrajudicial comenzaban a circular con la fuerza de un huracán.
Según fuentes cercanas a la pareja, citadas por TMZ, ambos conservarían los bienes adquiridos individualmente durante su unión. Esto significa que la participación de Affleck en Artists Equity, la productora que fundó con Matt Damon en noviembre de 2022, permanecería intacta; una decisión que, considerando la cercana fecha de su fundación con respecto a la boda, resulta particularmente relevante.
La situación de su mansión de 61 millones de dólares en Beverly Hills, en el mercado desde hace meses, sigue sin resolverse. Sin embargo, lo que sí se aclaró es el tema del apellido: Lopez dejará de usar el apellido Affleck una vez que el divorcio se finalice el 20 de febrero.
La mediación estuvo a cargo de la influyente abogada de Los Ángeles, Laura Wasser. A pesar de la ausencia de un acuerdo prenupcial, las negociaciones, según reportes, transcurrieron de manera amigable. De hecho, imágenes recientes muestran a la ex pareja sonriendo durante un encuentro familiar durante el fin de semana. Se les vio afuera de la casa de Affleck en Los Ángeles junto a Emme, la hija de 16 años de Lopez, quien llevaba un regalo voluminoso, y Samuel, el hijo de 12 años de Affleck, quien recibió un afectuoso abrazo de Lopez. A pesar de la separación, muestran una interacción cordial y llena de afecto, incluso tras pasar las fiestas navideñas separados.
La solicitud de comentarios a los representantes de Lopez y Affleck no tuvo respuesta inmediata. La historia, sin duda, continúa.