La expectativa por el look de Salma Hayek era máxima. Su vestido color vino, una creación de un diseñador de alta costura, acentuaba su elegancia. Pero su atuendo palideció ante un acto de generosidad que resonó más allá de las cámaras.
Selena Gómez se preparaba para una entrevista en la alfombra roja. En ese instante, Salma Hayek, con una naturalidad que conmovió a muchos, se hizo a un lado, cediendo el espacio y el momento a la joven estrella. "Quiero que Selena tenga su momento", fueron las palabras de Salma, según testigos presenciales. Las cámaras captaron la emoción de Selena, visiblemente conmovida por el gesto de la consagrada actriz.
Este evento, organizado por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, siempre es un escaparate de talento y glamour. Artistas de la talla de Salma Hayek, en su papel de presentadora, añaden un toque especial a la noche. Pero este año, fue el compañerismo entre las estrellas lo que se llevó la ovación.
El evento, precursor de los Premios Óscar, es reconocido por sus momentos memorables. La interacción entre Salma y Selena se convirtió en uno de los más comentados, un instante de humanidad que eclipsó, incluso, algunos de los premios entregados. El gesto de Salma contrastó con comentarios recientes, hechos por Eugenio Derbez, que habían generado polémica en torno a Selena Gomez, añadiendo un nuevo y peculiar contexto a este evento.
Más allá de los premios y los vestidos, la noche dejó una enseñanza: la verdadera estrella puede ser la sencillez de un acto de generosidad en un mar de brillo y expectativa.