Empezó con el ballet, imagínate, a los cuatro años. ¡Cuatro años! Una beca al Ballet Bolshoi… pero la vida, a veces, da giros inesperados.
Su nombre es Yuri, y no pudo ir a Rusia porque su madre se lo impidió. Una decisión que en ese momento quizás pareció extraña, pero que terminó siendo un punto de inflexión. “Mi madre me impulsó a cantar, aunque al principio no me gustaba”, recuerda Yuri. Pero todo cambió con su primer pago como cantante.
A los 11 años, ya estaba en el mundo de la música. Su primer disco en 1978… casi 50 años de carrera, una cantidad impresionante de álbumes y éxitos. Una trayectoria marcada por una disciplina férrea, producto de sus años en el ballet. Habla de un cuidado personal riguroso, no solo en su voz, sino en todo. A sus 60 años, se mantiene activa y saludable.
Y ahí es donde las cosas se ponen realmente interesantes. Me contó sobre su preparación vocal: "Evitar los desvelos, el frío, vocalizar constantemente y una dieta saludable son claves". Pero no solo eso. Imaginen: ganó un festival de ballet bailando el "Jarabe Tapatío" en puntas con una infección en las uñas del pie. ¡Su padre, médico, le inyectó anestesia local!
Su madre la sacó de la escuela. "No era buena estudiante", dijo su madre. En ese momento Yuri no lo entendió, pero ahora reconoce que fue crucial para su carrera. Un
sacrificio enorme, pero que le abrió puertas al mundo del arte. Una dedicación total, alimentada por el apoyo inquebrantable de su madre. Un ejemplo de cómo la disciplina y el apoyo familiar pueden impulsar una carrera exitosa.
Yuri es un referente multigeneracional. Admirada por gente de todas las edades. Su régimen es estricto: evitar el sol, no fumar, reducir carbohidratos, eliminar el azúcar y ayuno intermitente. Con esto recuperó su figura juvenil, hasta el punto de usar vestuarios antiguos en su gira "Icónica". Una verdadera transformación artística.
Se considera una artista versátil, que no teme experimentar. Habla de la influencia de Madonna, de la disciplina que la admiraba. Incluso contrató a un entrenador personal durante sus giras. Ganó premios internacionales a los 12 años: la Antorcha de Plata en Viña del Mar, discos de oro y platino. Perdió su adolescencia, lo reconoce, pero valora el impacto positivo en su carrera.
A pesar de la falta de educación formal, atribuye su éxito a las enseñanzas de su madre. Habla de la importancia de las afirmaciones positivas en la crianza, para construir una voz interna segura. Su álbum "Soy Libre" marca un punto de inflexión, un símbolo de su liberación tras un matrimonio y divorcio. Un momento crucial en su búsqueda de identidad y autonomía.
Incluso condujo programas como "La Voz" y "La Voz Kids" en México, a pesar de sus dificultades para leer fluidamente. Superó este desafío con práctica y determinación. Un ejemplo de superación personal. Contrasta su estilo de vida saludable con el de algunos colegas que sufrieron las consecuencias de los excesos.
Su mensaje a los padres es claro: apoyo incondicional y refuerzo positivo. Sembrar confianza en los hijos para enfrentar los retos con fortaleza. Pero hay otra cara de la moneda… un lado menos conocido.
Su madre controló estrictamente su vida y carrera. Esa liberación al independizarse fue extrema. Nunca abusó de drogas o alcohol, pero confiesa una debilidad: las relaciones amorosas, lo que la llevó a situaciones riesgosas. Contrajo papiloma humano, una experiencia que casi termina en cáncer. Alcanzó la fama, pero sintió un vacío profundo, una soledad abrumadora, que la llevó a pensar en el suicidio.
Pero encontró una salida en la fe, en Dios. Una reorientación de su vida, la superación de problemas emocionales y físicos. Aprendió sobre el costo de la fama, las consecuencias de las decisiones apresuradas. Un mensaje de prevención, la importancia de cuidar la salud física y emocional, de tomar decisiones responsables.
La historia de Yuri es una muestra de resiliencia, de una transformación profunda. Una trayectoria artística llena de éxitos, marcada por la disciplina, la superación y una búsqueda constante de identidad.