Ariana Grande, durante la gala anual de los National Board of Review Awards, conversó con Entertainment Tonight. Su impactante vestido rosa, junto a su icónico peinado con coleta alta y flequillo, no pasó desapercibido. La similitud con el estilo de una legendaria actriz fue inmediatamente señalada por los presentes.
“Amo el glamour de los 50 y 60, es mi favorito - Marilyn, Audrey, simplemente mi favorito”, comentó Grande, respondiendo a las comparaciones con Audrey Hepburn. La pregunta inevitable surgió: ¿Está manifestando un papel como la inolvidable protagonista de Desayuno en Tiffany's?
La respuesta de la cantante fue cautelosa: “Eso tendría que hacerse tan bien, tan perfectamente”. Sus palabras dejaron entrever la magnitud del desafío que representa encarnar a una figura tan icónica. No se trata de una simple interpretación, sino de una responsabilidad hacia la memoria de una estrella indiscutible.
Aunque el proyecto de una biopic sobre Hepburn ha estado en el aire por años, su desarrollo ha sido lento e incierto. Nombres como Rooney Mara y Lily Collins han sonado con fuerza, pero el panorama sigue difuso. El director Luca Guadagnino, inicialmente involucrado, ya no forma parte del proyecto, añadiendo una capa extra de incertidumbre.
Mientras la posibilidad de ver a Grande en la piel de Hepburn permanece en el terreno de la especulación, la similitud de su estilo con el de la mítica actriz continúa alimentando los rumores. Un detalle significativo: la propia Grande, conocida por su creencia en la ley de la atracción, ha demostrado en el pasado su capacidad para materializar sus deseos profesionales, tal como lo evidenció con su papel en Wicked.
El tiempo dirá si esta fascinante coincidencia entre estilo y aspiración se traduce en realidad. Por ahora, solo queda el eco de una elegante aparición y la intriga latente en torno a un posible proyecto cinematográfico que promete ser, si llega a concretarse, algo verdaderamente excepcional.