Entre las celebridades afectadas se encuentra Mandy Moore, quien, junto a su esposo, el músico Taylor Goldsmith, vieron su hogar parcialmente destruido. A pesar de que la estructura principal de su casa sobrevivió, “no es habitable, pero en su mayoría intacta,” escribió Moore en una emotiva publicación en redes sociales. La pérdida, sin embargo, no se limitó a su propiedad. El estudio de grabación de Goldsmith, donde guardaba todos sus instrumentos y equipo, fue completamente incinerado, dejando al músico sin herramientas para su trabajo.
La situación se agravó aún más cuando la familia de Moore se vio afectada de manera devastadora. Su cuñado y cuñada, a tan solo seis semanas de recibir a su primer hijo, perdieron su casa y todas sus pertenencias. Ante la magnitud de la tragedia, Moore decidió crear una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe para ayudarlos a reconstruir sus vidas. Esta decisión, sin embargo, desató una ola de críticas en redes sociales.
Muchos cuestionaron por qué una celebridad con una fortuna estimada de $14 millones necesitaba recurrir a donaciones. “¿No pueden ayudarlos ustedes mismos? ¡Son millonarios!”, se leía en algunos comentarios. Ante esta avalancha de críticas, Moore respondió con contundencia, con un mensaje que se hizo viral: “Las personas que cuestionan si estamos ayudando a nuestra familia o atribuyendo una cantidad arbitraria de dinero que Google dice que alguien tiene NO son útiles ni empáticos. Por supuesto que sí lo estamos. Nuestro amigo Matt comenzó este GoFundMe y lo estoy compartiendo porque la gente ha preguntado cómo pueden ayudarlos. Nosotros también acabamos de perder la mayor parte de nuestras vidas en un incendio. Por favor, LÁRSENSE. Nadie te está obligando a hacer nada.”
A pesar de la controversia, la campaña de GoFundMe, iniciada por el esposo de Hillary Duff, Matthew Koma, superó los $142,000 dólares de su meta de $145,000, contando con la generosa donación de $10,000 dólares del actor Zachary Levi, entre otros donantes. La situación pone en relieve la compleja realidad que enfrentan las víctimas de desastres naturales, incluso aquellas con recursos económicos considerables.
Mientras tanto, la ciudad de Los Ángeles continúa lidiando con las consecuencias de los incendios, con un saldo de al menos 10 muertos y miles de estructuras destruidas. La rápida propagación del fuego, impulsada por fuertes vientos, ha dejado a las autoridades luchando para contener las llamas. La cifra de daños económicos se estima en entre $135 y $150 mil millones de dólares, según AccuWeather.
El evento dejó al descubierto la vulnerabilidad de las comunidades ante las fuerzas de la naturaleza y el debate sobre la responsabilidad social, la solidaridad y la ayuda en situaciones de crisis.