Entre las figuras públicas afectadas, se encuentra Bella Hadid, quien a través de sus redes sociales compartió la pérdida de la casa de su infancia, ubicada en Malibú. Una propiedad que, según informes, perteneció a su madre, Yolanda Hadid, y que evoca recuerdos imborrables para la modelo.
Imágenes desgarradoras publicadas por Bella muestran la mansión envuelta en llamas, y posteriormente, los restos carbonizados de lo que alguna vez fue su hogar. "El cuarto de mi infancia", escribió junto a una de las fotografías, dejando ver la profunda conexión emocional con el lugar.
La casa, adquirida por Yolanda y su exesposo, David Foster, en 2007 por 4.5 millones de dólares, fue remodelada durante dos años para transformarla en una villa de estilo europeo. Esta propiedad, escenario de momentos familiares y fiestas lujosas que incluso aparecieron en The Real Housewives of Beverly Hills, ahora es solo un recuerdo.
Más allá de la pérdida personal, Bella Hadid expresó su solidaridad con las demás víctimas de los incendios, mostrando su apoyo a las iniciativas de ayuda y a las colectas para los damnificados. En un mensaje emotivo, resaltó la importancia de las memorias y la dificultad de procesar la magnitud del daño, no solo para ella, sino para todas las familias afectadas. Mencionó la dirección de la propiedad, "3903 de la calle Carbon Canyon", como un último adiós a un capítulo importante de su vida.
Bella, además de compartir su dolor, instó a la acción y a la solidaridad con aquellos que se encuentran en situaciones similares. Su experiencia sirve como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la ayuda mutua en tiempos de crisis. La magnitud de los daños y la pérdida de hogares es un impacto que se extiende más allá de las llamas mismas, dejando secuelas en vidas y recuerdos.