Recientemente, Brooke Shields, la icónica actriz de 59 años, ha compartido en su nuevo libro, "Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old: Thoughts on Aging as a Woman", detalles de una vieja controversia con Tom Cruise, de 62 años. La polémica surgió en 2005, durante una aparición de Cruise en el programa "Today".
En aquella ocasión, Cruise arremetió contra Shields por su uso de antidepresivos tras sufrir depresión posparto. “Fue irresponsable”, declaró Cruise, calificando el tratamiento como algo que “no curaba nada”. Estas declaraciones provocaron una respuesta contundente de Shields, quien escribió una columna en el New York Times defendiéndose.
Ahora, en su libro, Shields revela que Cruise, finalmente, le ofreció una disculpa. “No fue la mejor disculpa del mundo, pero era lo que podía hacer, y yo la acepté”, escribe la actriz. Este detalle, más allá de la anécdota, revela una evolución en la percepción de la salud mental y la presión social sobre las figuras públicas.
Shields reflexiona en su libro sobre cómo su reacción en 2005, muy diferente a la que hubiese tenido en su juventud, fue impulsada por una mayor confianza en sí misma. Habla de cómo se sintió obligada a defenderse, no solo por ella, sino por otras mujeres que han pasado por experiencias similares.
Años más tarde, en 2023, Shields mencionó en una entrevista con People que Cruise había dejado de enviarle una tradicional torta navideña después de una década de hacerlo. Sin embargo, aclaró que esto no tenía relación con su antigua disputa. Curiosamente, Shields asistió a la boda de Cruise con Katie Holmes en 2006 e incluso organizó una fiesta de cumpleaños conjunta para Suri, hija de Cruise y Holmes, y su propia hija Rowan al año siguiente.
La publicación de estas memorias no solo revive una vieja controversia, sino que también abre una conversación sobre la evolución de la actriz y su firmeza al abordar temas tan sensibles como la salud mental y la presión social ejercida sobre las mujeres en la industria del entretenimiento.