En este contexto, la salida de Rashida Jones como presidenta de MSNBC después de cuatro años ha generado un considerable revuelo. Su decisión, comunicada el martes por la mañana al personal, llega apenas dos meses después del anuncio de Comcast, la empresa matriz, de escindir MSNBC en una nueva compañía junto con otras cadenas de cable. La salida de Jones, según fuentes que prefieren mantenerse en el anonimato, no está ligada a otro puesto de trabajo.
El nombramiento de Rebecca Kutler, vicepresidenta senior de estrategia de contenido y mano derecha de Jones, como presidenta interina, sugiere una transición planificada, aunque la naturaleza de la partida de Jones genera especulaciones. La noticia llega en un momento crucial para la cadena, que ha enfrentado una disminución de audiencia desde la reelección del presidente Trump en 2024.
Sin embargo, es importante resaltar que, a pesar de esta baja, MSNBC se mantuvo como la segunda cadena de cable más vista en 2024, según datos de Nielsen, superando ampliamente a CNN con un 65% de ventaja, su mayor diferencia histórica. Esto demuestra una estabilidad notable considerando la disminución del 28% en suscriptores de televisión de pago debido al "cord-cutting".
Durante su mandato, Jones, quien sucedió a Phil Griffin en 2021, se caracterizó por "ser protectora de los presentadores de MSNBC, conocidos por su fuerte personalidad". Esta postura, en un entorno político altamente polarizado, ha generado en ocasiones incomodidad entre los ejecutivos de Comcast. El regreso de Rachel Maddow a una programación de cinco días a la semana durante los primeros 100 días de la nueva administración Trump, anunciado el lunes, pretende contrarrestar la pérdida de audiencia.
La estrategia a largo plazo de MSNBC, tras la salida de Jones y en el marco de esta reestructuración corporativa, se perfila como un factor clave para determinar su futuro en el competitivo mercado de noticias por cable.