Una de ellas proviene de un artista que ha marcado una generación.
Hablamos de Alejandro Sanz, quien recientemente generó gran expectativa entre sus millones de seguidores con una publicación en Instagram. El video, corto pero impactante, mostraba al cantante activando el modo avión en su teléfono, junto a un mensaje críptico: “Hoy no me siento bien. No quiero hablar con la gente. Sentirse mal está bien, porque no hay mal que dure pa’ siempre y menos tú.”
La reacción en redes sociales fue inmediata. Miles de mensajes de apoyo inundaron sus perfiles, recordando un episodio similar de mayo de 2023, cuando el artista compartió en X (antes Twitter) un mensaje donde expresaba sentirse “triste y cansado.” Este nuevo post, además, coincidió con la conmemoración del Día Mundial contra la Depresión, incrementando la preocupación de sus fans.
Pero hay más detrás de este aparente mensaje de angustia. La verdad, lejos de ser una crisis personal, es un anuncio creativo. El video es, en realidad, un adelanto de su nuevo sencillo, “Hoy no me siento bien,” una canción que abordará directamente el tema de la salud mental, específicamente la depresión, experiencia que el propio Sanz atravesó en 2023. La canción, que fusiona ritmos latinos y salsa, promete ser una pieza conmovedora y a la vez llena de energía.
Este lanzamiento llega en un momento especial para el cantante. A finales del 2024, Sanz confirmó su relación con Candela Márquez, una relación que parece haberle brindado mucha estabilidad y felicidad. Su nuevo tema, lejos de ser un reflejo de su estado actual, es una reflexión madura sobre un proceso personal que superó, y que busca transmitir un mensaje de esperanza y empatía a sus fans. La fecha exacta de lanzamiento aún no se ha anunciado, pero la expectación crece entre sus seguidores.
La evolución de Alejandro Sanz, desde ese desgarrador mensaje de 2023 hasta este nuevo lanzamiento musical, refleja la importancia de hablar abiertamente sobre la salud mental y buscar apoyo cuando se necesita. Su valentía para compartir sus experiencias personales ha resonado profundamente en millones, transformando una posible crisis en una poderosa herramienta de conexión y sanación.
La canción promete ser un himno a la resiliencia, una melodía que celebra la superación personal y la importancia del autocuidado. La música de Sanz, una vez más, se convierte en un puente entre el artista y su público, creando un espacio para la empatía y la comprensión.