Muchos se preguntan cómo enfrentar la situación, especialmente en temas de seguros.
El comediante Bill Burr, quien también tuvo que evacuar su casa debido a las llamas, ha expresado públicamente su frustración, no sólo por la situación de los incendios, sino también por lo que considera una respuesta inadecuada de ciertos sectores. Su aparición en el programa de Jimmy Kimmel el martes pasado, no dejó a nadie indiferente.
Burr, con su característico humor ácido, criticó duramente a los “expertos” de internet que, según él, desde la comodidad de sus casas, juzgan la gestión de la emergencia. “¿Cómo es posible que alguien sentado en ropa interior crea que entiende la gestión del peor incendio en Los Ángeles?”, cuestionó el comediante. Su crítica se extiende a la cobertura mediática que, en su opinión, se centra en aspectos irrelevantes.
Pero el foco de su indignación fue la industria de los seguros. “CNN y Fox News no van a hablar de las compañías de seguros que se quedan con las primas y se dan bonos a sí mismas”, afirmó Burr, generando aplausos del público. Para él, el problema principal no son los incendios o los rumores sobre su causa, sino la avaricia de las aseguradoras, especialmente considerando los reportes recientes sobre la cancelación de miles de pólizas justo antes de los incendios, y las ganancias récord de $87.6 mil millones de dólares en el sector de propiedad y accidentes en 2023, según la Asociación Nacional de Comisionados de Seguros.
En un giro inesperado, Burr también mencionó a Luigi Mangione, acusado del asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson. “Me encanta cómo se sorprendieron, ‘¿Cómo pudo pasar?’”, imitó Burr a los comentaristas de noticias, añadiendo que Mangione supuestamente grabó las palabras "deny," "defend," y "depose" en las balas, en referencia al libro “Why Insurance Companies Don’t Pay Claims and What You Can Do About It”. Burr, quien ya había comentado el caso en su podcast “Anything Better?” y en una entrevista con Variety, expresó que le divirtió ver la incomodidad de otros CEOs ante este suceso, calificando a la industria de salud como un “juego sucio”.
La indignación de Burr no se limita a los incendios, sino que refleja una preocupación más amplia sobre la responsabilidad social y la ética empresarial, especialmente en sectores como el de los seguros y la salud.