Bad Bunny, con su sexto álbum de estudio, "Debí tirar más fotos", ha alcanzado la cima de las listas mundiales de Spotify y Apple Music. Pero más allá del éxito comercial, este disco se presenta como una profunda reflexión sobre la identidad puertorriqueña, la crisis socioeconómica de la isla y la lucha por su futuro. La producción, según The New York Times, es la obra "más puertorriqueña" del artista hasta la fecha, una afirmación respaldada por la inclusión de ritmos autóctonos como la bomba y la plena, géneros musicales que históricamente han servido como vehículo de resistencia cultural.
El periodista cultural y rapero Hermes Ayala, colaborador de Bad Bunny, destaca el carácter político del álbum: "Es música que se arraiga en la realidad de nuestro pueblo. Puerto Rico, por su condición de colonia, ha tenido que mantener a flote su identidad a través de la cultura y el deporte." Esta afirmación se materializa en canciones como "BoKete", donde la precaria infraestructura vial se convierte en metáfora de un amor fallido; o "TURiSTA", que critica el turismo irresponsable. Pero el tema que ha generado mayor controversia es sin duda "LO QUE LE PASÓ a Hawaii", una clara alegoría a la situación política de Puerto Rico y una llamada a la reflexión sobre la soberanía.
En "LO QUE LE PASÓ a Hawaii", Bad Bunny no solo aborda la cuestión del estatus de Puerto Rico como territorio no incorporado de Estados Unidos, sino que también alude al éxodo masivo de jóvenes que huyen de la isla debido a la crisis económica. Un verso como "No quería irse pa´ Orlando, pero el corrupto lo echó. Y no sabe hasta cuándo" resume la desesperación de una generación que ve esfumarse sus oportunidades. El disco también incluye referencias históricas, como la censura impuesta por Estados Unidos a principios del siglo XX, recordándonos que la lucha por la identidad puertorriqueña tiene raíces profundas.
Más allá de las canciones explícitamente políticas, el álbum en su conjunto es una declaración. Bad Bunny rescata y moderniza ritmos tradicionales como la bomba y la plena, géneros con un rico pasado de resistencia y denuncia social. Como comenta Ayala: "Espero el disco sirva para que gente se interese por profundizar en estos géneros." La inclusión de estos ritmos, junto con la fusión de géneros como la bachata, el bolero, la salsa y el reguetón, convierte "Debí tirar más fotos" en una experiencia musical completa, una inmersión en la cultura puertorriqueña con un mensaje poderoso.
El artista, quien comenzó su carrera en 2013 compartiendo su música en SoundCloud, demuestra una vez más su compromiso social y su capacidad para utilizar su arte como plataforma de expresión y denuncia. Su música, lejos de ser solo entretenimiento, se convierte en un testimonio histórico de una generación que lucha por su futuro.