Recientemente, durante una aparición en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon, para promocionar su nuevo libro, "Brooke Shields Is Not Allowed To Get Old: Thoughts On Aging As A Woman", Brooke, de 59 años, reveló un cambio inesperado en su perspectiva sobre la partida de sus hijas a la universidad.
Hablando de sus hijas, Rowan de 21 años y Grier de 18, ambas estudiantes de la Wake Forest University en Carolina del Norte, Brooke confesó que inicialmente el proceso fue devastador. Recuerda con nostalgia sus publicaciones de Instagram en 2021, donde describía la experiencia de dejar a Rowan en la universidad como "el viaje más triste que he tenido que hacer" y "la peor cosa que he experimentado en mi vida". Incluso, relata la decisión de viajar por carretera con su esposo, Chris Henchy, en lugar de volar, para evitar el llanto público en un avión.
Sin embargo, el tiempo, como suele hacerlo, ha moldeado su perspectiva. Después de las vacaciones de Navidad, donde las dos hijas regresaron a casa, Brooke admite con una sonrisa que anhelaba su regreso a la universidad. "Al final de la Navidad, les decía: '¿No tienes que volver a la escuela? Por favor. Es hora de irse'", bromeó. Un giro inesperado en la narrativa de una madre desconsolada por el nido vacío.
Su nueva óptica no es solo un cambio personal, sino también un reflejo de las reflexiones que plasmó en su libro. En él, Brooke explora la idea de que la mediana edad puede ser un periodo de grandes posibilidades, desafiando las narrativas tradicionales sobre el envejecimiento femenino. Un mensaje que, sin duda, resonará en muchas mujeres de su generación.
Más allá de las emociones personales, la historia de Brooke Shields refleja una realidad compartida por muchos padres en México y Latinoamérica: la adaptación a una nueva dinámica familiar. La experiencia, con sus altibajos emocionales, se convierte en una narrativa que trasciende lo personal para convertirse en un reflejo de la complejidad de las relaciones familiares modernas.