Este viernes pasado no fue la excepción, aunque una figura en particular llamó la atención.
Justin Baldoni, actor reconocido por su papel en la exitosa adaptación de "It Ends With Us", fue captado por las cámaras de TMZ a su llegada a LAX. Acompañado de su familia –su esposa Emily, su hija Maiya de nueve años y su hijo Maxwell de siete–, el actor proyectó una imagen tranquila, vestida con discreción: una sudadera negra y una gorra de los Yankees de Nueva York.
Este avistamiento, sin embargo, adquiere una relevancia especial considerando el contexto. Baldoni se encuentra en medio de una batalla legal de alto perfil: una demanda por difamación por $400 millones de dólares contra Blake Lively, su compañera en "It Ends With Us", y su esposo, Ryan Reynolds. A la demanda también se suma Leslie Soane, publicista de Lively. Los cargos incluyen difamación, extorsión civil e invasión de la privacidad, entre otros.
En declaraciones breves a los reporteros gráficos, Baldoni expresó su agradecimiento por estar con su familia. Un comentario conciso, pero cargado de significado en medio de la tormenta mediática que lo rodea. Es importante mencionar que esta demanda se suma a una anterior contra The New York Times por $250 millones, en relación a informes sobre una demanda federal interpuesta por Lively contra el actor, acusándolo de acoso sexual y una campaña de desprestigio.
El actor, en su breve aparición pública, ofreció una imagen de serenidad familiar, un contrapunto interesante a la magnitud del conflicto legal que enfrenta. El desarrollo de este caso promete mantener la atención mediática por un tiempo considerable.