Pero antes de entrar en detalles, recordemos el contexto. La inminente llegada de Donald Trump a la presidencia, o mejor dicho, su regreso, ha reavivado las tensiones políticas en el país. Y Schwarzenegger, quien públicamente apoyó a Kamala Harris en las elecciones pasadas, ha sido una figura clave en este panorama.
Fue una cuenta pro-Trump en X (antes Twitter) la que originó el rumor, publicando una nota con el titular: “Arnold Schwarzenegger anuncia que abandonará Estados Unidos: ‘Estoy cansado de las tonterías de Trump.’” Una afirmación que el propio Schwarzenegger desmintió rápidamente a través de sus redes sociales.
En un contundente mensaje, el actor y ex gobernador de California aclaró: “No crean las noticias falsas. Nacido en Austria, pero hecho en Estados Unidos, y nunca me iría.” Su respuesta, lejos de calmar las aguas, abrió un debate sobre su postura política y su visión del futuro del país.
En una publicación más extensa, Schwarzenegger explicó sus razones para no votar por Trump, señalando la necesidad de “cerrar este capítulo de la historia americana”, criticando la división y el discurso del expresidente. Sin embargo, también criticó a los demócratas por sus políticas económicas y su ineficiencia en la reducción del crimen.
La trayectoria de Schwarzenegger, desde su llegada a Estados Unidos en 1968 con apenas 21 años y sin dominar el inglés, hasta su ascenso como estrella de Hollywood y gobernador de California, es una historia de superación y adaptación. Su ciudadanía estadounidense, obtenida en 1983, es un símbolo de su integración y compromiso con el país. Este último episodio, simplemente, refuerza su compleja relación con el escenario político actual.
Cabe destacar que, a pesar de su crítica a ambos partidos, Schwarzenegger enfatizó su identidad estadounidense por encima de su afiliación republicana. Una declaración que seguramente seguirá generando debate en los próximos meses.