Bill Skarsgård, conocido por su rostro juvenil, afrontó el desafío de interpretar al 'Conde Orlok'. El director, Robert Eggers, se enfrentó a la tarea de transformar ese "rostro juvenil", como lo describió él mismo, en el de un "noble transilvano muerto".
Según declaraciones exclusivas a PEOPLE, Eggers explicó que la creación de la apariencia de Orlok fue "desafiante". "Él iba a ser un noble transilvano muerto y Bill tiene un rostro muy juvenil", comentó Eggers, agregando que trabajó en bocetos y pinturas digitales antes de que Skarsgård comenzara su propia transformación.
El resultado, según Lily-Rose Depp, coprotagonista que interpreta a una joven asustada en la cinta, fue aterradoramente efectivo. "La primera vez que lo vi en el set con el disfraz, me asusté muchísimo," dijo Depp. "...Pensé, 'Esto va a ser perfecto porque no tendré que fingir que le tengo miedo en las escenas'."
La visión de Eggers, según Skarsgård, se basó en "referencias a una especie de señores de la guerra ocultistas de esa época y lugar". El vestuario, descrito por Willem Dafoe (Profesor Albin Eberhart Von Franz) como un "look diferente a cualquier personaje de vampiro que hayamos visto," permitió, según Dafoe, que los espectadores "realmente sintieran la sangre corriendo por su cuerpo".
Más allá de la transformación visual, la producción dejó algunas anécdotas curiosas. Nicholas Hoult, otro actor del elenco, reveló que conserva como recuerdo un elemento peculiar del vestuario de Skarsgård: "el pene prostético" del Conde Orlok, enmarcado en su casa, tras recibirlo como "regalo de despedida" del director. Una anécdota que, sin duda, demuestra el nivel de detalle y el compromiso de los actores con la construcción de este clásico de la pantalla.
La película, estrenada en Navidad, también cuenta con las actuaciones de Aaron Taylor-Johnson. Nosferatu ya está disponible bajo demanda.