El pasado 21 de diciembre, durante un episodio navideño de Saturday Night Live, Colin Jost, co-conductor de Weekend Update, se encontró en una situación peculiar. Su compañero, Michael Che, le obligó a leer chistes que este último había escrito, y adivinen de quién eran el blanco principal: de su propia esposa, la famosa actriz Scarlett Johansson. Johansson, de 40 años, presenciaba todo desde detrás del escenario.
La sorpresa no se hizo esperar. Durante una entrevista en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon, Jost, de 42 años, reveló la reacción de Johansson: “Scarlett estaba genuinamente sorprendida”, confesó entre risas. La situación se complicó cuando uno de los chistes involucraba una imagen de un sándwich de roast beef de Costco, un detalle que, según Jost, desató una carcajada y un “¡Oh, Dios mío!” por parte de Johansson.
Jost explicó el contexto: él y Che tienen una tradición de intercambiar chistes escritos previamente, que luego deben leerse en vivo. Este año, la mayoría de los chistes de Che apuntaron a la estrella de Avengers. Uno de ellos, que Jost dedicó a Johansson, incluyó la frase: “Hey, boo, ya saben que Scarlett acaba de celebrar su cumpleaños número 40, lo que significa que ¡me largo de aquí!”. Una declaración bromeando sobre el paso del tiempo y las consecuencias que puede tener en su matrimonio.
La pareja, casada desde 2020, comparte un hijo, Cosmo, de 3 años. Johansson también tiene una hija, Rose, de una relación anterior. En una entrevista anterior en Live with Kelly and Mark, Johansson describió a Jost como “un gran tipo… muy, muy, muy buen tipo. Soy extremadamente afortunada. Es amable, gracioso, considerado, amoroso, es un gran padre, y lo amo. Me siento muy, muy afortunada. Pero también, tiene su lado travieso. Mantiene las cosas interesantes”. Esta declaración muestra una imagen de la pareja que contrasta con la aparente incomodidad del momento en SNL, dejando entrever la naturaleza humorística de su relación.
El equipo de SNL, consciente del potencial conflicto, le avisó previamente a Johansson sobre el tono de los chistes. Sin embargo, la espontaneidad de la situación y la reacción genuina de la actriz, tanto en el momento como al comentarlo posteriormente, convirtieron el incidente en un relato memorable y divertido, incluso si el enfoque inicial de la noticia parecía ser algo diferente.