Hablamos de los devastadores incendios que azotaron el norte de la ciudad, dejando un saldo desolador: 27 vidas perdidas y más de 15 mil hogares destruidos. Entre los afectados, una figura conocida: Sofía Sisniega, actriz mexicana reconocida por su trabajo en series como Club de Cuervos y Gossip Girl Acapulco.
Desde West Hollywood, Sisniega, también activista, describió el terror vivido. “El martes comenzaron los incendios en Pacific Palisades, cerca de donde viven amigos. Por precaución nos mudamos a Hollywood Hills. Esa noche fue insoportable; el viento era ensordecedor y el aire irrespirable. Un incendio se desató a cinco minutos de nuestra casa, en un parque que frecuentamos. Fueron momentos aterradores”, relata la actriz de 35 años.
El 7 de enero, con vientos de Santa Ana alcanzando velocidades de hasta 160 km/h, la evacuación fue inmediata para miles de residentes. Sofía y su esposo tomaron una difícil decisión: “Nos daba culpa irnos, sabiendo que otros necesitaban ayuda. Volamos a México el jueves, pero los incendios siguen y la situación en Los Ángeles es desgarradora”.
La experiencia de Sisniega pone en evidencia una preocupante realidad: la falta de un sistema de alarmas públicas en Los Ángeles. Una carencia que, según la actriz, tuvo consecuencias fatales: “Es increíble que en una ciudad como Los Ángeles no haya alarmas públicas contra incendios o terremotos. En México tenemos sistemas que alertan a toda la comunidad, y es difícil comprender cómo algo tan básico no existe allá”.
Esta falla en la gestión de emergencias acentuó la crisis. La ausencia de alertas tempranas contribuyó a la pérdida de inmuebles, pertenencias, mascotas y, lamentablemente, vidas. El impacto se extiende más allá de lo personal, afectando profundamente la industria cinematográfica y la vida cotidiana de una metrópolis que, paradójicamente, se destaca por su tecnología y desarrollo.
La magnitud de la tragedia y las deficiencias expuestas dejan una profunda reflexión sobre la vulnerabilidad incluso en las ciudades más desarrolladas del mundo, reforzando la necesidad de una mejor preparación y respuesta ante desastres naturales.