Su nombre es Zoé Adjani, nacida en 1999. Hija del fotógrafo Eric Adjani y sobrina de la legendaria Isabelle Adjani, Zoé creció rodeada de arte, pero su pasión por la actuación no fue un camino pavimentado. A los cinco años, su madre la inscribió en clases de actuación, un primer paso que no definió inmediatamente su vocación.
Fue durante sus años universitarios, impulsada por una profesora de francés y la experiencia de co-escribir una obra de teatro, que el gusanillo del teatro la mordió de verdad. “Fue una experiencia reveladora”, comentó Zoé en una entrevista, recordando el inicio de su pasión. Su primer acercamiento real al cine llegó de la mano de su suegro, técnico en cine, en el rodaje de "La fuente de la mujer".
A los 16 años, mientras cursaba estudios literarios en el sur de Francia, llegó su gran oportunidad: el papel en "Cerise", de Jérôme Enrico. "Su nombre no influyó en mi decisión", declaró el director, desmintiendo cualquier favoritismo. Esta película marcó el despegue de su carrera, una carrera que ella misma está construyendo, ladrillo a ladrillo.
La relación con su tía Isabelle, a pesar de la conexión familiar, es distante. Zoé la veía solo una vez al año. Sin embargo, Isabelle ha expresado públicamente su confianza en el talento de su sobrina, afirmando en Paris Match: "Creo que realmente está hecha para esto". Zoé, a pesar del consejo de cambiar su nombre, eligió mantener el apellido Adjani, en un acto de respeto a la memoria de su padre, fallecido en 2010. “Estoy orgullosa de mi trabajo y quiero ser reconocida por él, no solo por mi nombre”, explicó en la misma entrevista.
Su versatilidad la ha llevado a explorar diferentes facetas de la actuación: el cine, como ya hemos visto; el teatro, con participaciones destacadas en obras como "Los caprichos de Marianne"; y la televisión, con su papel de "La Morguy" en la serie "Filles du feu" de France 2, una bruja arrepentida en el contexto de la caza de brujas del País Vasco en 1609.
A sus 26 años, Zoé Adjani continúa su formación, con estudios literarios y la aspiración de ingresar al Conservatorio. Su trayectoria, marcada por la perseverancia y el talento, promete una larga y brillante carrera en el mundo del espectáculo. Una carrera que, sin duda, se construye en base a su propio mérito, lejos de las comparaciones inevitables, pero también lejos de la sombra de su apellido.