Evan Rachel Wood, nacida en Raleigh, Carolina del Norte, es una actriz ampliamente reconocida por su papel en la película Thirteen (2003) y su icónica interpretación de Dolores Abernathy en la serie Westworld de HBO. Su talento y versatilidad la han colocado en la cima de la industria del entretenimiento.
Sin embargo, su camino ha estado marcado por experiencias profundamente personales que la han transformado en una figura clave del movimiento #MeToo. En 2018, Wood reveló públicamente haber sido víctima de abuso sexual y emocional, un testimonio que resonó con miles de mujeres en todo el mundo. “Fue un momento de verdad, un momento donde supe que ya no podía callar”, declaró la actriz en una entrevista posterior.
Este doloroso episodio la impulsó a un activismo inquebrantable. Su lucha se centra principalmente en la Ley Fénix en California, una iniciativa que busca ampliar los plazos de prescripción en casos de violencia doméstica. Si bien la ley no se aplica retroactivamente, su labor incansable representa un faro de esperanza para las sobrevivientes.
Su relación con Marilyn Manson, que comenzó en 2007 cuando ella tenía 19 años y él 38, se convirtió en un punto central de su testimonio y subsecuente batalla legal. La diferencia de edad y la imagen pública de ambos contribuyeron a una atención mediática intensa, pero fueron las acusaciones de abuso físico, sexual y psicológico las que desencadenaron un debate público profundo y un enfrentamiento legal.
Más allá de las controversias, Wood ha usado su plataforma para promover la visibilidad de la comunidad LGBTQ+. En 2016, públicamente se identificó como bisexual, un acto de valentía que amplificó su voz en la lucha por la inclusión y el respeto a la diversidad de identidades.
La vida de Evan Rachel Wood es un ejemplo de resiliencia y compromiso. Su carrera como actriz y su activismo se entrelazan, creando un legado que va más allá de la pantalla, impactando positivamente la vida de muchas personas. Su historia es un llamado a la reflexión sobre la importancia de la empatía, la justicia y la valentía para denunciar la violencia de género.