La colaboración entre ambos, inicialmente, parecía idílica. Mensajes intercambiados en mayo de 2023, incluidos como evidencia en las demandas legales que ambos se han interpuesto, revelan una dinámica de trabajo aparentemente cordial. “Es una sensación increíble terminar un trabajo del que estamos orgullosos. Y hacerlo juntos,” escribió Blake Lively en un mensaje, expresando su satisfacción con el proyecto. Justin Baldoni respondió con elogios similares a la actuación de Lively, describiéndola como “increíble”, a pesar de la conocida tendencia de la actriz a bromear al respecto.
Pero el intercambio de mensajes muestra algo más que simples cumplidos profesionales. Se aprecia un tono ligero y coqueto entre ambos. Intercambios como: "Me gusta la Blake sentimental", seguido de la ingeniosa respuesta de Lively: "Nunca la he conocido", y las réplicas subsecuentes, pintan un cuadro de una relación más cercana de lo que cabría esperar en un entorno laboral.
Sin embargo, este idílico comienzo tuvo un final abrupto. En diciembre de 2024, Lively demandó a Baldoni por acoso sexual, alegando adición de escenas íntimas no acordadas, comentarios inapropiados y situaciones que la hicieron sentir incómoda en el set. Baldoni, por su parte, respondió con una contrademanda por difamación, presentando una gran cantidad de mensajes como evidencia que, según él, demuestran una relación inicialmente positiva. Esta contrademanda incluye a Ryan Reynolds y al equipo de relaciones públicas de la pareja, acusándolos de orquestar una campaña de desprestigio.
Entre las evidencias presentadas por Baldoni, se encuentra una nota de voz donde aparentemente se disculpa con Lively tras un desacuerdo sobre una escena clave en la película. En esta nota, Baldoni admite que la comunicación por texto no es su fuerte y prefiere la interacción cara a cara.
La magnitud de este conflicto legal es considerable. La demanda de Baldoni contra Lively asciende a $400 millones de dólares, una cifra cuatro veces superior a la fortuna combinada de Lively y Reynolds. Además, Baldoni también demandó al New York Times por libelo por su cobertura inicial del caso.
El desenlace de esta batalla legal está programado para marzo de 2026. Mientras tanto, los mensajes intercambiados entre Lively y Baldoni, inicialmente una muestra de una colaboración fructífera, se han convertido en el centro de una compleja y costosa disputa legal.